Uno de los tiempos litúrgicos más importantes para la iglesia católica está por empezar el próximo 14 de febrero, con la celebración del Miércoles de Ceniza, que da inicio a la cuaresma, un tiempo de espera a la Semana Santa.

En el caso de Catedral Metropolitana de San Salvador, las misas serán a las 6:30 de la mañana, 12:00 del mediodía y 5:00 de la tarde; en la cripta, la eucaristía también será a las 5:00 de la tarde.

Mientras que en la parroquia El Calvario, en el Centro Histórico, las misas serán a las 7:00 de la mañana, 12:00 del mediodía, 5:00 y 6:30 de la tarde.

También habrá celebración en la parroquia salesiana María Auxiliadora, conocida como Don Rúa, a las 6:00 y 7:00 de la mañana; 12:00 del mediodía, 5:00 y 7:00 de la noche.


Además, en la parroquia San José de la Montaña, en las cercanías del Salvador del Mundo, los horarios de misa serán: a las 7:00 y 9:00 de la mañana; 12:15 del mediodía, 5:00 y 7:00 de la noche.

En la parroquia La Transfiguración, siempre en la capital, los horarios serán a las 5:30 y 9:00 de la mañana; 12:00 del mediodía y 6:00 de la tarde. También, en la parroquia Nuestra Señora de la Presentación, los horarios serán a las 6:00 de la mañana, 12:00 del mediodía, 5:00 y 7:00 de la noche.

En la parroquia San Benito, las misas para la colocación de la ceniza serán a las 6:45 de la mañana; 12:00 del mediodía, 4:00 y 6:00 de la tarde.

Mientras tanto, en Antiguo Cuscatlán, la Basílica Nuestra Señora de Guadalupe realizará misas desde las 5:00 de la mañana cada hora hasta las 8:00 de la mañana; seguida de otra a las 12:00 del mediodía, 1:00 de la tarde, 5:00 y 7:00 de la noche.


En ese mismo municipio, la parroquia Jesucristo Libertador de la Universidad Centroamericana (UCA) ofrecerá misas a las 7:30 de la mañana, a las 12:00 del mediodía y a las 5:00 de la tarde.

¿Qué es el Miércoles de Ceniza?

La fecha marca el inicio de la cuaresma una etapa importante en la fe católica previo a la Semana Santa. La ceniza es un símbolo de la humanidad y la nulidad ante el Creador y se obtiene de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior.

El dogma religioso mandaba a guardar con ayuno, oración y penitencia el tiempo de la cuaresma, iniciando por el miércoles de ceniza.