El equipo senior conformado por Santiago Casanovas y Eduardo Urrutia desarrolló un proyecto de invernadero automático, en el que un controlador inalámbrico se comunicaba directamente con el invernadero, con un interfaz de diseño fácil de utilizar.
Santiago explicó a Diario El Mundo que, con este proyecto buscaban "ayudar a las personas que más lo necesitan, personas que no tienen mucho dinero para comprar invernaderos automáticos caros", por lo que, desarrollaron un invernadero automático inalámbrico que pueda ser controlado "desde lejos".
El desarrollo del proyecto duró al menos tres meses, tiempo en el que Santiago junto a Eduardo tuvieron que "quedarse hasta las 12:00, 1:00 de la madrugada programando, probando y construyendo el proyecto". Además, mencionó que una dificultad que enfrentaron fue el viaje del invernadero que habían construido inicialmente. Por lo que, tuvieron que desarmarlo y construir otro modelo "para que pudiera viajar en maleta de mano y que no se perdiera en la maleta grande".
"Para mí significa un montón haber ganado algo internacional, es algo que hemos estado tratado de hacer por cuatro años y, la verdad, es que sentimos un gran orgullo por el país habiendo conseguido el lugar más alto que el país ha tenido".
Santiago Casanovas, miembro del equipo senior que ganó el reconocimiento de plata.
Otro de los equipos ganadores fue el "elementary" conformado por Andrés Sandoval y Alfonso Quiñónez, quienes desarrollaron una planta de desalinización del agua. Alfonso explicó a El Mundo que, su proyecto no solo separaba la sal del agua sino que, a través de un robot, la transportaba a contenedores para distribuirla "a gente que no tiene acceso a agua".
Andrés reconoció que la parte que más le costó "fue la programación porque estuvo un poco difícil porque no sabíamos muy bien cómo programar, pero aprendimos y ahora tenemos más experiencia, mientras que Alfonso dijo que lo más le costó fue construir el robot.
"Si la cosa que más hay en el mundo es agua salada y el mayor problema en el mundo es gente sin acceso a agua potable, combinamos los dos en este proyecto".
Alfonso Quiñónez, miembro del grupo elementary que ganó el reconocimiento de bronce.
Andrés relató que durante los tres meses de desarrollo del proyecto, tuvieron que dejar de asistir "a eventos del colegio o familiares", pero aseguró que "ha valido la pena todo".
Los cuatro miembros de los dos equipos aseguraron que el apoyo de la institución educativa fue importante porque les facilitó sus instalaciones para que trabajaran en la ejecución de sus robots, mientras que sus padres les financiaron los viajes para asistir a la competencia que este año tuvo lugar en Turquía.
Por otro lado, otro de los estudiantes de la Academia Británica, Alejandro Rodríguez participó también en la competencia "elementary" y aseguró sentirse "súper feliz", pues esta es la segunda ocasión que participa y espera unirse a la competencia del otro año que tendrá lugar en Singapur.
Alejandro considera que lo más importante en la competencia "es la experiencia" y aseguró que esta competencia lo hace sentir importante y privilegiado "por la oportunidad de viajar y de conocer a gente de otros países".
Por su parte, las madres de Andrés y Alfonso los acompañaron durante el viaje de la competencia que se realizó del 28 al 30 de noviembre en la ciudad de Esmirna. Patricia de Casanovas, madre de Santiago, aseguró que "como padres es un orgullo que nuestros hijos puedan representar no solo al colegio sino al país siendo uno de los siete equipos que representaron a El Salvador".
"Es una experiencia única para ellos, nosotros como padres hemos compartido ese orgullo, pero realmente es una experiencia única para poder entablar nuevas amistades, lograr visualizar otros proyectos que también cumplen con una solución".
Patricia de Casanovas, madre de Santiago Casanovas.
La Academia Británica aseguró a través de un comunicado que "este logro no solo refleja conocimientos técnicos avanzados en robótica, sino también la capacidad de entender y resolver problemáticas".
"Nuestros estudiantes han demostrado un compromiso social, pensamiento estratégico y habilidades de colaboración que los posicionan como futuros líderes en tecnología y educación", aseguró la Academia.
El equipo senior no solo alcanzó el reconocimiento de plata sino que se posicionó en el top 10 en el ranking de mejores equipos de Latinoamérica, mientras que el equipo elementary logró ubicarse en el top 20 con el reconocimiento de bronce.