El exalcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, se quejó ayer ante el Juzgado Octavo de Instrucción luego de la suspensión por tercera vez de la audiencia preliminar, al afirmar que se le está negando el acceso a la atención médica, con el objetivo de asesinarlo.

Muyshondt enfrentaría audiencia por el delito de de retenciones laborales e incumplimiento de deberes, dónde es procesado con dos más, Santos Omar Muñoz González, exdirector de Finanzas y el extesorero municipal, Fernando Heriberto Portillo Linares. Este último imputado no fue trasladado a la audiencia, razón de la suspensión.

Y es la segunda vez que Ernesto Muyshondt se queja ante el juzgado, diciendo que se le está negando el acceso a la salud, con el objetivo de asesinarlo y que está siendo torturado.

El exedil explicó que el centro penal donde está recluido ha incumplido cinco órdenes judiciales para realizarse exámenes médicos, dijo que el pasado 26 de enero se dictó la primera orden por la cual fue trasladado a un centro médico, pero que no le permitieron realizar todos los exámenes, ya que fue sacada “a punta de pistola”. Responsabilizó al director de la Dirección de Centros Penales, Osiris Luna, de girar la orden.

“Exámenes que no se han podido realizar porque el director de centros penales Osiris Luna y el director de este centro penal se han negado a prestarme la atención de salud y la atención médica hospitalaria que ha solicitado mi defensa...el 26 de enero dieron la primera orden judicial, me sacaron al hospital, pero me impidieron que se realizaran todos mis exámenes, me sacaron de ahí casi a punta de pistola”, declaró el exalcalde Muyshondt, a través de un enlace de videollamada.

“Han cometido actos arbitrarios, incumplimiento de deberes, me han torturado, me han denegado auxilio, han realizado amenazas en mi contra el director del centros penales... me quieren asesinar de la manera más cobarde, que es negándome la atención médica hospitalaria, me quieren asesinar y no cabe duda”, afirmó Muyshond.

Señaló de cómplice a la Fiscalía General de la República (FGR) y a los fiscales que llevan el caso, diciendo que tienen conocimiento de lo denunciado, pero que no actúa.

“Es una sinvergüenzada lo que me están haciendo, me quieren matar a través de negarme mis derechos a la salud...y ha quedado claramente evidenciada y comprobada, responsabilizo de mi vida a los que están tomando esas decisiones”, afirmó Muyshondt.