Familias de personas detenidas por la Policia Nacional Civil (PNC) en las redadas del régimen de excepción contra las pandillas viven en zozobra por la escasa o confusa información que brindan las autoridades sobre sus familiares, a quienes les atribuyen el delito de agrupaciones ilícitas.

Las capturas son realizadas luego de que fueran asesinados 87 salvadoreños durante los días 25, 26 y 27 de marzo; la Asamblea Legislativa aprobó un régimen de excepción y aumentó penas de cárcel por la pertenencia a las pandillas; mientras el Gobierno inició un plan de capturas contra pandilleros.

Hasta ayer, se habían reportado 5,184 capturados.

Sus familiares, mujeres, hombres y niños, hacían fila ayer a las afueras de bartolinas sobre la Calle Concepción, cerca de la Fuerza Naval.

Un portón negro divide a las personas capturadas de sus familiares. Cada vez que se abre, algunos corren para intentar observar adentro. “Allá está mi papá, lo vi, lo vi, ahí adentro está”, gritó una joven antes de cerraran el portón.

Otra persona le dice a un agente: “No sabemos nada de él, lo capturaron desde el miércoles y no sabemos nada, no podemos localizarlo y nosotros solo eso queremos saber”.

Luz Gómez, madre de Jaime Orantes, taxista en San Salvador, dijo que él fue capturado por la PNC cuando se dirigía a trabajar. Ella asegura que lo único que pide es saber si su hijo está bien, si comió y dice que no pertenece a ninguna pandilla. “A él solo le bajan del carro, le dijeron que es pandillero porque tiene un tatuaje de los nombres de sus hijas, ¿es pecado ahora tener un tatuaje del nombre de sus hijas?”, cuestionó.

Otra mujer afirmó que desconoce dónde se encuentra su hijo, un vendedor de tomates y chiles verdes del mercado del Puerto arrestado el 31 de marzo mientras vendía verduras.

Nuria, con tristeza y frustración, vuelve a preguntar dónde está su hijo. “Vengo aquí y me dicen que él está en la celda 8, otra vez me dijeron que fuera pagar comida y ahora me salen que no está”, exclama.

Mientras un agente policial le dice que está en el penal de Izalco, dice, otro le expresa con un listado que fue trasladado al penal de Santa Ana.