La subjefa y gerente de la agencia Autopista Sur del Banco Hipotecario, entre 2009 a 2014, aseguró a los fiscales que en ese periodo abrieron entre ocho a diez cuentas a nombre del exgerente Financiero Institucional, Francisco Rodríguez Arteaga, pero con una pleca, seguido de "cuenta de gastos reservados de la presidencia”.
La testigo afirmó que las cuentas eran para manejar fondos de presidencia, a través de cheques voucher identificados con membrete del Ministerio de Hacienda. A preguntas de la Fiscalía aseguró que los depósitos a las cuentas de Arteaga eran realizados por el empleado Pablo Gómez, el asistente técnico financiero de Casa Presidencial.
"Entre $500,000 y un millón de dólares...una vez a la semana...durante los cinco años, del 2009 a 2014", dijo la testigo sobre los montos que eran retirados de la agencia bancaria.
Explicó que a veces emitían entre 10 a 20 cheques, con valores de $50,000, y cuando Gómez llevaba 20 cheques era que retirarían un millón de dólares.
Dijo que la agencia bancaria, al no contar con el monto solicitado en caja fuerte, pedían al Banco Central de Reserva, y los fondos eran trasladados en camiones blindados hacia el banco, donde era retirado en efectivo en denominaciones de $20 y $100 en maletines por Gómez.
Para cada erogación de fondos, Arteaga enviaba una carta firmada autorizando para que Gómez hiciera el retiro. Dijo que cada liberación de fondos era autorizada por el presidente del banco, es decir, por el procesado Manuel Rivera Castro, por medio de un correo electrónico.
Sobre los movimientos bancarios, la testigo aseguró que solo los oficiales de cumplimiento del banco estaban autorizados para revisar los estados de cuenta y saldos de las cuentas abiertas a nombre de Francisco Arteaga.
La defensa técnica le preguntó si las cuentas y los cheques cumplían con los requisitos de apertura y afirmó que sí. Dijo que el beneficiario de las cuentas siempre fue en nombre de gastos operativos de la presidencia. Los defensores concluyeron que eran cuentas institucionales y no personales.
La defensa ha insistido que el manejo de los fondos de Casa Presidencial fueron para uso de gastos operativos, pago de servicios y proveedores, y que estuvieron disponibles para el uso discrecional del presidente, a través de la administración de su secretario privado, Francisco Cáceres, a quien señalan de ser uno de los "pilares de corrupción" en el caso.
El abogado defensor de Francisco Arteaga, Roberto Claros, ante las declaraciones de los testigos, aclaró que las cuentas creadas por su cliente eran institucionales y estaban dentro de la normativa legal. Claros responsabiliza al testigo Francisco Cáceres de haberse quedado con los fondos, al ser quien administraba los gastos reservados, al mismo tiempo que cuestionó que la declaración de Cáceres en el juicio fue bajo reserva total, donde supuestamente habría confesado el desvío de dinero.
El juicio denominado Saqueo Público ya sobrepasa el mes de desarrollo, donde es procesada la exprimera dama, Vanda Pignato, y otras nueve más, por los delitos de lavado de dinero, peculado y evasión de impuestos por $351 millones provenientes de Casa Presidencial en periodo de Mauricio Funes.