“La plataforma de Tiktok, es utilizada con fines de promoción de los ‘servicios’ de las personas traficantes a tráves de videos cortos, donde muestran casos exitosos de cruces irregulares e imágenes atractivas para captar la atención de personas buscando migrar irregularmente con el apoyo de un tercero”, señala el informe.
El reporte muestra conversaciones entre los traficantes y las víctimas, donde los primeros intercambian números de contacto de plataformas como WhatsApp y Telegram, donde aseguran darán información personalizada del viaje y las formas de pago.
La OIM analiza que estas plataformas y aplicaciones de redes sociales son más sencillas de utilizar que la Dark Web, para persuadir a las víctimas y tener mayor alcance.
El estudio entrevistó a migrantes quienes aseveraron que desde 2018, plataformas como WhatsApp fueron clave para la organización de los flujos masivos, conocidos como caravanas.
Voceros del Instituto Salvadoreño del Migrante (Insami) recordaron que en ese año, las caravanas de salvadoreños salieron de la plaza en honor al Divino Salvador del Mundo y varias personas fueron capturados por coordinarlas vía WhatsApp, aunque posteriormente fueron puestos en libertad.
“La problemática que se plantea era de esperar que sucediera como un desarrollo previsible del uso y acceso a estas plataformas digitales”, sostuvo el Insami.
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Diario El Mundo preguntó a la Dirección General de Migración y Extranjería sobre esta situación y cómo la están manejando, pero al cierre de esta nota no hubo respuesta.
En cuanto al manejo de las Tecnologías de la Comunicación (TIC’s), de parte de los migrantes, el reporte indica que escencialmente son usados para geolocalizarse y mantenerse en contacto con sus familiares, en el trayecto ilegal hacia Estados Unidos.
Por otro lado, la facilidad de la tecnología permite a los traficantes, además de facilitar el ilícito “responder a los desafíos rápidamente y dirigir a las personas migrantes desde lejos”.
Caso salvadoreño.
El informe también resalta como buena práctica de parte de las autoridades salvadoreñas, que cuando el delito se comete en estas plataformas digitales puede tacarse. “En El Salvador, la Unidad de investigación de trata y tráfico ilícito de personas y la Unidad de delitos informáticos trabajan de manera coordinada. La Unidad de delitos informáticos interviene en materia tecnológica cuandoun delito es facilitado por las TICs. Esta colaboración ha facilitado la organización de operaciones encubierta e infiltrarse en grupos sociales –por ejemplo, WhatsApp– proceder con detenciones y conseguir evidencias”, indica el reporte.