Debido a esa solicitud presentada por la CEL, la continuación de la audiencia preliminar por actos de corrupción en la construcción de la presa El Chaparral por el desvío de más de $45 millones que estaba programada para ayer fue suspendida.
De acuerdo con el defensor del empresario Jose Miguel Menéndez Avelar, conocido como “Mecafé”, Roberto Calderón, la suspensión fue por el escrito dónde la CEL pide que Astaldi no esté en las audiencias.
“Están recusando la audiencia que se celebró el día anterior...en cuanto a lo de Astaldi, la parte en la que se solicita de que los apoderados de Astaldi se presenten, se iban a presentar dar a conocer la situación en este caso, entonces la querella está recusando esa situación para que el juez resuelva de acuerdo si se va a permitir o no se va a permitir el recurso que ellos han interpuesto para que no se presenten los apoderados de Astaldi por los motivos que ellos exponen”, dijo el abogado Calderón.
Añadió que tanto la Fiscalía General de la República (FGR) y la defensa deberán esperar a que el juzgado resuelva por escrito para informar a las partes cuando se reanudará la audiencia.
El pasado lunes 19 de septiembre la representación de la CEL en conjunto con la FGR solicitaron al juez que los apoderados legales de Astaldi estuvieran presentes en las audiencias.
Están recusando la audiencia que se celebró el día anterior, la parte que solicita que los apoderados de Astaldi se presenten”. Roberto Calderón, defensor de Mecafé
En el proceso penal, son procesados el expresidente de la república, Mauricio Funes, su pareja Ada Mitchell Guzmán, el representante de la constructora italiana Astaldi Mario Federico Pieragostini, el expresidente de la CEL Leopoldo Samour. Todos ellos son prófugos y fueron declarados rebeldes. El único imputado presente es “Mecafé”.
Son acusados de haber afectado al Estado desviando y quedándose con $45,244,418 de la construcción de la presa hidorléctrica El Chaparral, con el aval del entonces mandatario, Mauricio Funes, luego de un arreglo directo entre la empresa italiana Astaldi, que tenía a cargo la construcción de la presa, y la CEL.