Los seres humanos cambiamos la piel cada 21 días aproximadamente, sin embargo, hay personas en las que su piel se recambia cada tres a cuatro días; se trata de las personas con psoriasis, una enfermedad que por años se creyó que era meramente estética, sin embargo, puede afectar muchos órganos de manera silenciosa.

“La psoriasis es una enfermedad inflamatoria, inmunológica que tiene una carga genética importante, tenemos que tener antecedentes psoriáticos para llegar a desarrollar la enfermedad, puede desarrollarse en cualquier etapa de la vida. Consiste en la inflamación en la piel que genera una la carga inmunológica que hace que la piel en vez que se recambie cada 21 días, se recambie cada cuatro o cinco días. La piel normal se recambia cada 21 o 25 días, los pacientes con psoriasis se recambia cada cuatro o cinco días, haciendo que al recambiarse exista un engrosamiento de la piel y una escamación más rápida, y estos son los síntomas que nos da la psoriasis”, explicó el dermatólogo Jorge Hasbún a Diario El Mundo.

Generalmente, la psoriasis es visible cuando se produce la escamación de la piel y, a veces, puede confundirse con caspa cuando las lesiones aparecen en el cuero cabelludo. La enfermedad es crónica, pero no es contagiosa.

Las lesiones también pueden presentarse en forma de enrojecimientos en la piel, ya sea en la cara, en manos, brazos, piernas, rodillas, espalda, pies, tobillos, etc.

En muchas zonas, las lesiones pueden ser cubiertas por la ropa, sin embargo, se vuelve un calvario de rechazo cuando se desarrolla en el rostro u otras zonas difíciles de ocultar.

Pero esta enfermedad no solo se trata de que se vea mal, como explica el doctor Hasbún, sino que es capaz de inflamar diferentes órganos internos y causar otras complicaciones.

“La psoriasis por muchos años se consideró una enfermedad de piel, cutáneo, o inclusive cosmética porque se miraba fea, pero ahora se usa el término enfermedad psoriática porque a través de estudios se han dado que la psoriasis puede llevar a otras complicaciones a nivel interno, por ejemplo, al síndrome metabólico, como el mal manejo de triglicéridos, colesterol, es un factor predisponente al infarto agudo al miocardio, cuando tienen infarto del corazón”.
Jorge Hasbún,
Dermatólogo.


Añade que al menos un 20 % de los pacientes con psoriasis también pueden desarrollar artritis psoriátrica, tal es el caso de Evelyn de Aguirre, quien preside la asociación de pacientes con psoriasis en el país, Psoriasis Nueva Vida El Salvador (PSONUVES).

Uno de los tipos de psoriasis más comunes es el del cuero cabelludo, que puede ser confundido con caspa.
Uno de los tipos de psoriasis más comunes es el del cuero cabelludo, que puede ser confundido con caspa.


“Mi mejor consejo es que se encierre”

Evelyn relató a Diario El Mundo que tuvo su primera crisis de psoriasis a los 17 años de edad, en medio del conflicto armado, cuando la Guardia Nacional la confundió con una guerrillera y se la llevaron. Con el paso de los años las crisis fueron apareciendo, después de eventos desencadenantes, especialmente de estrés o emociones fuertes.

Sin embargo, el camino hasta hoy frente a sus 64 años no ha sido fácil, pues asegura que pasó por malos diagnósticos y hasta por la falta de humanización de dermatólogos de la red de salud.

Sin saber un diagnóstico, asistió al Instituto Salvadoreño del Seguro Social en el barrio Santanita donde una dermatóloga le anunció que tenía psoriasis. “Lo que usted tiene es psoriasis, usted nunca se va a curar, mi mejor consejo es que se encierre para que no la vean”, recuerda Evelyn que fueron las palabras de esa doctora en dermatología.

El tipo de psoriasis que padece Evelyn provoca que muchas partes de su cuerpo se llenen de manchas rojas y se inflame, evento que causa que se incapacite por completo y deba estar en cama. Además de la artritis en la columna, Evelyn también padece de presión arterial alta, y otras complicaciones derivadas de la psoriasis.

La enfermedad provocó que Evelyn pasara mucho tiempo encerrada en casa para evitar ser rechazada por vecinos y el resto de las personas. Ella heredó la carga genética de la psoriasis porque un tío abuelo lo padeció. Ahora, ella es uno de los pacientes que pueden vivir una vida tranquila gracias al un medicamento biológico que es proporcionado por el Seguro Social, pero que no es de fácil acceso.

“El sueño mío es que puedan sentir la libertad que yo tengo ahora”

Desde 2009, Evelyn junto a su esposo empezaron a trabajar en una fundación para pacientes con psoriasis, para visibilizar la enfermedad y ayudar en la concientización de la misma. Con mucho trabajo han logrado establecer convenios con las autoridades de salud, los cuales, ya dieron su fruto como las guías médicas que fueron hechas en 2018, las cabinas de fototerapia, el material educativo, pero asegura que la lucha sigue hasta que en los hospitales de El Salvador exista el cuadro básico de medicamento para las personas con psoriasis.

Evelyn reconoce que el medicamento biológico que toma hace que su cuerpo ya no tenga las crisis de psoriasis y pueda llevar una vida tranquila, pero esa misma tranquilidad la quiere compartir con el resto de personas con enfermedad psoriática, que tienen complicaciones. “El sueño mío es que puedan sentir la libertad que yo tengo ahora”, dice conmovida.

La Organización Mundial de la Salud estima que después de la pandemia la cifra de pacientes con psoriasis en el mundo aumentó a 300,000. En El Salvador no hay estadísticas, pero se prevé que al menos entre un 1% y 3% de los salvadoreños tienen psoriasis.

El 28 de noviembre de 2012, la Asamblea Legislativa aprobó el decreto 209, que estableció el día 29 de octubre como el día nacional de la psoriasis, “con el propósito de crear conciencia en la sociedad sobre los efectos de esta enfermedad”.

El estrés, el detonante

Evelyn señala que los pacientes psoriáticos deben tener una atención multidisciplinaria, tanto por las complicaciones en otros órganos como por los niveles de estrés, que son un gran detonante para las crisis.

La psicóloga Vilma Meléndez explica que existe acompañamiento psicológico para los pacientes con psoriasis, precisamente porque se trata de una enfermedad crónica, con signos visibles que generan rechazo, y esto repercute en depresión, ansiedad y estrés.

“Cuando ven esos brotes aparece el rechazo (de la gente) no por maldad sino por desconocimiento, creen que la enfermedad es contagiosa, o a veces dicen: ‘Asaber si tiene otra enfermedad mayor o peor’, tienden a alejarse del enfermo y esto hace que la persona con psoriasis sucumban a tener puntuaciones elevadas de estrés y depresión”.
Vilma Meléndez,
Psicóloga.


Pero la experta dice que los pacientes tienen tres formas de afrontar la enfermedad: con culpa, como una agresión injusta o como un reto. Ella inspira a las personas a verlo precisamente como un reto. “Si la ve como un reto, la enfermedad va a estar toda la vida con él, pero va a ser menos impactante”, añade.

El manejo psicológico también va acompañado por terapias para mejorar la autoestima, ya que esta no es solo física; aprender que la persona no es la psoriasis, a mantener las relaciones sociales en óptimas condiciones, y aprender a identificar cuáles son esos “botones” de estrés que activan las crisis.

Por ello es importante que los pacientes con psoriasis cambien su estilo de vida, mejoren su alimentación, hagan ejercicio y practiquen actividades que les ayuden a relajarse y cuidarse.

“El acompañamiento psicológico puede ayudar a disminuir los brotes, pero el paciente debe querer hacer cambios en él, cambiar estilo de vida, cambiar dieta... a veces la gente no quiere”, dice Meléndez.

Finalmente, si usted tiene psoriasis o sospecha tenerlo, es importante que acuda con un especialista para ser diagnosticado y pueda empezar un tratamiento.

DATO: En el hospital Zacamil está el Centro Nacional para Enfermedades de la Piel, donde el Ministerio de Salud atiende a personas con psoriasis, sin necesidad de tener una referencia de un médico general.