Desde 2019, Miguel García se embarcó en la apasionante idea de cultivar girasoles con el objetivo de atraer turistas a su vivero. Esta iniciativa dio origen al primer Festival De Girasoles en El Salvador, un proyecto que contó con la ayuda de su hija Paola y demás miembros de la familia.

Aunque el primer festival no alcanzó gran notoriedad, se tenía planeado organizar la segunda edición en el 2020, pero debido a la pandemia el sueño se truncó, fue hasta este año que el vivero Rainbow Ornamentales sacó la segunda edición del festival.

El vivero es un emprendimiento familiar que, desde sus inicios hasta la actualidad ha crecido hasta contar con un equipo de 10 personas ajenas a la familia. Este equipo se encarga de cultivar y cuidar girasoles junto a una variedad de hortalizas disponibles en el vivero.

“Mi papá vio la publicación de unas primas que habían ido a Guatemala a ver los girasoles, entonces él dijo: “Nosotros tenemos una área acá, quiero ver si se me dan los girasoles para que la gente no tenga que salir del país a ver estas plantas”.
Paola García, al recordar a su papá quien ya falleció.


La visión de Paola junto a su madre, quienes son las actuales encargadas del vivero, es mejorar las instalaciones para brindar una mejor experiencia, su objetivo es ampliar el campo de girasoles, superando el tamaño actual, y también expandir el repertorio de recetas gastronómicas que utilizan la semilla de girasol para ofrecer a los visitantes. Asimismo se espera que el próximo año realicen el tercer festival de girasoles, en marzo, con mayor afluencia de visitantes que en 2023.

Durante la temporada de girasoles, alrededor de 200 personas visitan el lugar, acudiendo de lunes a domingo entre las 8:00 de la mañana y las 4:00 de la tarde. La tarifa de entrada es de $1.00 por persona, y el lugar es “pet friendly”.

Natalia junto a su familia visitaron el jardín de girasoles después de descubrir el lugar a través de redes sociales. El amor hacía los girasoles compartidos por todos los miembros de la familia los motivó a visitarlo. “Ya no es necesario viajar hasta Guatemala para disfrutar de girasoles, y este lugar está al alcance de nosotros", aseveró la joven.