Monroy fue la segunda mujer graduada de ingeniería mecánica en la Universidad de El Salvador en 1995, para 2002 y 2003 se titularon dos más “la carrera se creó en el 71 y desde esa época, hasta el 94 no había mujeres graduadas; si había mujeres que ingresaron a la carrera, pero no la habían concluido”, recordó la ingeniera.
A pesar de que en la actualidad existen más mujeres estudiando esta profesión, la presencia del género femenino sigue siendo poca, en comparación a la cantidad de hombres que cursan esta ingeniería.
Para el nuevo ingreso 2024, se inscribieron 53 hombres y 12 mujeres, en total hay 271 estudiantes hombres y 38 féminas en toda la carrera, según los datos otorgados por Jiménez.
Para Leyla, existen diversos factores de la poca presencia de mujeres en las ingenierías, uno de estos es el prejuicio de género. “La ingeniería mecánica es una disciplina que ha sido predominantemente gobernada por hombres, pero no solo la mecánica, también tenemos la eléctrica, civil, o sea, el campo de las ingenieras ha sido históricamente dominado por los hombres, sin embargo, las mujeres nos hemos venido abriendo esos espacios”, expresó Leyla.
Además, también afirmó que existe un estereotipo cultural que provoca que la mujer predomine en carreras universitarias enfocadas al cuidado o enseñanza, “hay que vencer ese estereotipo y que las mujeres aprendan a forjarse esas metas en estas nuevas disciplinas”, aseguró.
También, aseveró que se necesitan modelos femeninas que motiven a las nuevas generaciones a estudiar estas disciplinas, pues, aunque lo hay, han sido invisibilizadas, siendo este el último factor de la poca presencia de las mujeres en estas carreras.
“Como mujeres no vemos un modelo que nos inspire a ser como ellas...ahora lo que tenemos que hacer es fortalecer los liderazgos, para que podamos tener esos modelos y que las niñas puedan tener esos referentes e inspirarse y decidirse a seguir una carrera en estos campos”, dijo la ingeniera.
Discriminación
A pesar de que Leyla no vivió discriminación por su género cuando era estudiante, si lo experimentó al ser docente de dicha profesión “si había bastante sesgo, bastante celo por parte de los mismos compañeros”, expresó Jiménez.
La ingeniera explicó que su labor fue invisibilizada por muchos años y que existían consideraciones diferentes entre docentes hombres y mujeres, “incluso, la oportunidad de aplicar a la beca la gestioné por iniciativa propia, para los compañeros docentes hombres, han sido oportunidades que han ofertado en la facultad, no tuvieron que concursar por la beca como lo hice yo en su momento”, dijo la profesional.
Por esta razón empezó a involucrarse en el centro de estudio de género de la UES y desde noviembre del 2023 forma parte de la secretaría de la escuela de mecánica de la universidad, siendo la primera mujer en formar parte de dicha instancia, pues antes no fue considerada para ello, ya que solo asignaban a hombres para ese cargo.
Asimismo, para la ingeniería es importante ampliar el espacio a las mujeres desde los salones de clases hasta las diferentes ramas de la ingeniería mecánica, pues reconoce la importancia de ellas para el abordaje de distintos problemas “desde la perspectiva de la ingeniería podemos enriquecer esas soluciones por esa solidaridad que nosotras podemos experimentar hacia resolver necesidades de grupos vulnerables de otras mujeres, darle ese componente que tal vez la ingeniería por fría no lo tiene, entonces a la vez que nosotros contribuimos a generar soluciones, somos modelos, pero también apoyamos a otras mujeres en resolver esas necesidades, conflictos o problemas”, dijo.
La ingeniera Leyla invitó a las mujeres a nunca dejar de creer y luchar por sus sueños “si nos van a juzgar, pues que nos juzguen ¿a cuántas han juzgado si siempre nos han dicho locas y brujas, lo que se teme, se ataca”, expresó, a la vez afirmó que es importante crear redes de apoyo a las mujeres y fomentar estrategias en pro de la mujer.