Según la acusación de la Fiscalía General de la República, Amaya era el jefe de una estructura de trasiego de drogas, desde Costa Rica y Panamá, hacia El Salvador y diferentes destinos.
“Informo a su digna autoridad sobre el fallecimiento del interno Luis Alfonso Amaya Pineda, SIPE 231973, quien se encontraba a la orden de ese tribunal, procesado por el delito de tráfico Ilícito, en perjuicio de la salud pública y tenencia, portación o conducción ilegal o irresponsable de armas de fuego, en perjuicio de la paz pública”, dice la nota enviada de la Dirección General de Centros Penales firmada por el Director del Centro Especial de Salud de Quezaltepeque al Tribunal Tercero contra Crimen Organizado de San Salvador.
Según la notificación a la que Diario El Mundo tuvo acceso, el supuesto jefe narco falleció el pasado 10 de abril en el Hospital Nacional San Rafael, de Santa Tecla, departamento de La Libertad.
El juez tres del tribunal dió tres días a la Fiscalía para que se pronuncie sobre el fallecimiento del procesado, y remita la certificación de la partida de defunción, así como la certificación de la autopsia.
En junio del 2023, el tribunal autorizó una salida del penal de Quezaltepeque donde se encontraba recluido hacia una revisión médica, con la que la defensa buscada conseguir un beneficio de libertad bajo medidas, pero en ese momento el tribunal le negó el beneficio.
Amaya Pineda era procesado junto con su compañera de vida Zaida Lisseth Candel Osorio, y según la defensa de ambos, cuando los capturaron, el jefe narco estaba a punto de someterse a una operación, debido a la obstrucción de la vena aorta. La operación nunca se realizó.
La captura
Amaya Pineda y Candel Osorio fueron detenidos el 22 de febrero del año anterior luego de hacer un allanamiento en su vivienda, en la residencial Bosques de Santa Elena Sur, en Antiguo Cuscatlán, donde encontraron siete kilos de cocaína valorados en $197,449.En octubre del año pasado, la Fiscalía incautó 22 inmuebles de 139 al supuesto narcotraficante, valorados en $4 millones, por supuestamente ser adquiridos con fondos ilegales desde la banda narco, ligada a la Mara Salvatrucha. También, materializaron seis cuentas bancarias que suman la cantidad de $1,474,788.00, y 26 vehículos los cuales eran utilizados por el grupo familiar.