Sin precisar con qué medios de comunicación se ha reunido, el comisionado presidencial para los derechos humanos y libertad de expresión, Andrés Guzmán, aseguró este martes que no tiene ninguna denuncia de periodistas por persecución o amenazas en El Salvador.

En la entrevista de YSKL, Guzmán afirmó que ha hablado con "muchísimos medios de comunicación" y periodistas, pero nadie le ha dicho ser víctima de persecución.



Añadió que ha sido "muy insistente" en intentar hablar con la Asociación de Periodistas de El Salvador para conocer las denuncias que el gremio tiene en sus informes, sin embargo, no ha tenido ningún encuentro.

"Yo he sido muy insistente en tratar de hablar con la APES, con sus directivos, pero hasta hoy no ha sido posible; lo he buscado de todas las formas, directa e indirectas, he hablado con muchísimos periodistas; cuando yo leo un informe y me dicen que hay 120 periodistas amenazados, quiero hablar con ellos, quiero saber cuáles son las amenazas que tienen y quiero ayudarles. Ese es mi trabajo, pero la verdad es que no he tenido ni un solo periodista que me haya dicho que lo siguen o que lo persiguen, o que tiene miedo o que tiene algún tipo de amenaza que amerite estar ahí", sostuvo Guzmán en la entrevista radial.

Previamente, el comisionado señaló que su oficina no está abierta al público y no le compete recibir denuncias o quejas, mas bien, orienta a qué instituciones deben acudir.

A criterio de Guzmán, las denuncias sobre presuntas vulneraciones a derechos humanos deben hacerse en la Procuraduría General de Derechos Humanos, la Fiscalía General de la República o la Procuraduría General y no en redes sociales o en medios de comunicación.

A pesar que el comisionado dice no conocer ninguna vulneración a periodistas, la APES ha registrado 222 hasta el 13 de julio pasado, en el tiempo del régimen de excepción, el 60 % generado por autoridades estatales.

También, durante el régimen, el periodista Víctor Barahona, ha sido procesado por supuestas agrupaciones ilícitas y estuvo prisionero durante 11 meses. Luego de su libertad bajo medidas y la denuncia de tortura que hizo, Guzmán dijo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que no existían casos de tortura ni de persecución a periodistas; no obstante 13 días después, una jueza hizo una audiencia de revisión de medidas a Barahona, donde le ordenaron callar.