Denis Zelaya no sonríe. Come una gelatina verde en un cuarto repleto de juegos. En la televisión se ve el canal de Disney Channel. El pequeño usa una gorra roja del famoso Elmo y una camisa del mismo color con el logo de Superman. Tiene ocho años y es paciente de la fundación Ayúdame a vivir.
En 2017 y con apenas seis años, fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda (LLA), un tipo de cáncer de la sangre que afecta a los glóbulos blancos del cuerpo. Los pacientes tienen muchos leucocitos inmaduros que impiden la fabricación de los leucocitos normales. Éste es el cáncer más frecuente en niños.
Su madre María Auxiliadora Umaña recuerda que al llegar del colegio su hijo solo quería pasar dormido, un día amaneció lleno de moretes en todo el cuerpo, y lo llevó al hospital de niños Benjamín Bloom.
Un 17 de junio, día del padre, llegaron a las 9:00 a.m., y a las 7:00 p.m., un doctor le informó que Denis tenía leucemia, en el mismo momento le dijeron que era necesario que ingresara a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), durante un mes. Así comenzó el tratamiento contra el cáncer.
Según su madre, el cambio más drástico para Denis fue separarse de sus dos hermanas, dejó de estar en casa para pasar sus días en el hospital. Ambas recibieron una explicación sobre el cáncer, lo que nadie les pudo explicar fue porqué eligió a su hermanito.
Para Auxiliadora, lo más duro fue abandonar su trabajo. “Toda mi vida he trabajado en call center y tuve que renunciar sin explicar nada, veía a mi hijo mal y no iba a llegar al call center y decir él se siente mal y me necesita, ellos no entienden eso”, lamentó. Denis recibe su dosis de quimioterapia cada 21 días y tiene diferentes reacciones como llagas en su boca, naúseas, fiebres y vómitos, por lo que necesita del cuidado permanente de su madre.
“Con la quimio que recibe cada 21 días, ha sido difícil conseguir trabajo, porque he ido a dejar mi curriculum y ellos no entienden, no les gusta que uno falte un día, paso todos los requisitos pero esa falta, un día del mes no les gusta”, dijo.
El año pasado el doctor Roberto Vásquez, director de la Fundación Ayúdame a Vivir, les informó que a Denis le faltaban 57 quimioterapias para entrar a la etapa de vigilancia, es decir, cuando realizan las pruebas para confirmar si el cáncer fue vencido.
“Hace un año veía mi vida para abajo, ayer fuimos a la iglesia, fuimos a dar gracias, él lloró un poquito porque ni él se esperaba llegar hasta donde ha llegado; no hemos ganado porque no está sano de la leucemia, pero él es muy valiente y vamos luchar hasta el último momento”, expresó Auxiliadora. Denis cursará segundo grado, un logro que su madre no imaginó.
