En un comunicado, el obispo de Sonsonate Monseñor Constantino Barrera se solidarizó con la víctima de violación y ofreció a las autoridades colaborar “para que prevalezca la verdad y la justicia”, luego de la detención del sacerdote Víctor Manuel de Jesús Campos Alvarenga, de la parroquia La Resurrección.
“A pesar del dolor causado por la noticia, también nos solidarizamos con la víctima y deseamos colaborar con las autoridades a fin de que prevalezca la verdad y la justicia en todo el proceso”, dice el comunicado girado este 6 de marzo y firmado por el obispo.
En el mismo, el obispo señala que ayer se enteraron de la detención y acusación contra el sacerdote, fecha en la que se le procesó en audiencia inicial, en el centro judicial de Santa Ana.
“Seguiremos las indicaciones dadas por el papa Francisco a través del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, para tratar este tipo de casos”.
El pasado martes, el Juzgado Primero de Paz de Sonsonate decretó enviar a prisión al sacerdote de la Iglesia La Resurrección, de Sonsonate, Víctor Manuel de Jesús Campos Alvarenga, quien es procesado por el delito de violación agravada continuada.
Campos Alvarenga, de 45 años de edad, estuvo en la audiencia inicial que se desarrolló en el Centro Judicial "Dr. Reynaldo Galindo Pohl", de Santa Ana, dado que fue detenido, pero se desconoce la fecha. Durante la audiencia se le decretó la reserva total del caso, dado que la víctima es menor de edad.
Según un comunicado de la Cultura Romeriana y Víctimas Demandantes (VIDAS), el caso en contra del sacerdote es por un hecho hacia una persona que era menor de edad cuando pasaron los hechos, específicamente en el año 2012.
Agregó que los hechos empezaron cuando el sacerdote le escribía al teléfono personal de la menor de 14 años, con la intención de generar confianza a través de "felicitaciones" por su desempeño en la comunidad religiosa, ya que asistía a la misma parroquia.
Sostiene que las "agresiones sexuales" ocurrieron cuando la víctima ya tenía 15 años de edad, el comunicado menciona que la víctima sufría de manipulación psicológica por parte del ahora procesado, con el fin de "mantenerla cerca y que no contara nada de los abusos sufridos a ninguna persona".
Sacerdote Víctor Campos.
