La defensa del coronel Joaquín Arnoldo Cerna Flores, uno de los acusados por ser cómplice del asesinato de cinco sacerdotes jesuitas y dos colaboradoras ocurridos en 1989, solicitaron ayer al Juzgado Segundo de instrucción de San Salvador eliminar la orden de detención vigente en su contra y decretar sustitutivas a la detención.

De acuerdo con su abogados, Lisandro Quintanilla, el coronel, quien está prófugo de la justicia, está con padecimientos de salud que le impiden enfrentarse al proceso bajo la medida de la detención.

“Ahora hemos solicitado la revisión de la detención provisional, diciendo a la juez que no es necesaria la medida, que para eso existen otras medidas que puedan garantizar que él permanezca vinculado al proceso, pero sin la detención provisional, y para eso le dijimos que le imponga, presentarse cada 15 días, prohibir la salida del país, prohibir la comunicación con los testigos”, dijo el abogado defensor, Lisandro Quintanilla.

Añadió que incluso pidieron a la jueza, el pago de una fianza, ya que una enfermedad es el cáncer de próstata.

No es necesaria la medida, que para eso existen otras medidas que puedan garantizar que él permanezca vinculado al proceso”. Lisandro Quintanilla, defensor


La Fiscalía aseguró que pese a qué el imputado no está detenido, pero si aún así la jueza decide eliminar la orden de detención, el proceso seguiría en su curso normal.

La resolución a la solicitud, será dada a conocer el próximo 5 de octubre.

El coronel Joaquín Arnoldo Cerna Flores, jefe del Conjunto III del Estado Mayor en noviembre de 1989 habría enviado a los comandos del Atlacatl a realizar el registro en la UCA porque “les pareció la unidad más apropiada”, a causa de su veteranía y experiencia en combate y porque en ese momento no tenían asignada ninguna otra misión.