La tortuga carey es una de las especies más amenazadas del planeta debido a la caza furtiva, la pérdida de hábitat y el cambio climático.
Dicha tortuga es conocida por su distintivo caparazón con patrones de colores ámbar, marrón y dorado.
Estas tortugas en su fase adulta suelen medir entre 60 y 90 centímetros de longitud y pesar alrededor de 50 a 75 kilogramos.
Las tortugas carey son una especie en peligro de extinción, protegida por el Programa Nacional de Conservación de Tortugas Marinas, que dirige el Marn.
Dicho acontecimiento marca un hito importante en los esfuerzos de la preservación de esta especie de la biodiversidad en las costas salvadoreñas y la lucha por la conservación de la especie marina.
Ante ello, numerosas organizaciones trabajan para proteger a la tortuga carey mediante la creación de viveros de incubación, protección de sitios de anidación y programas de sensibilización para las comunidades locales.