Su hermana, Dinora Lemus, recuerda como su hermano Nelson tenía “el don de ayudar”, que era muy aplicado en sus estudios y disfrutaba como cualquier adolescente de jugar a la peregrina, al trompo e incluso, a elevar piscuchas.
“A él le gustaba leer mucho la biblia, es el mayor de 8 hermanas y un hermano, Nelson era el primer hijo del matrimonio, mi madre, ella se ubicaba en oficios del hogar, y mi padre era empleado; él trabajaba en la oficina de correos. También era un niño que le ayudaba a mi papá a hacer quehaceres de la casa”, recuerda Lemus.
Dinora rememoró la última noche vieja que pasó con su hermano, con entusiasmo contó cómo sus padres a pesar de ser humildes y pobres económicamente, les compraron ropa para estrenar ese 31 de diciembre de 1976, y que en plena “reventazón de pólvora” Nelson abrazaba a su mamá y le decía “mamita linda te quiero mucho”, dándole un beso en cada mejía.
El trágico día.
A pesar de tener nueve años cuando todo pasó, Dinora explicó que el sábado 12 de marzo de 1977, Nelson salió ese día entre la 1:30 y 2 de la tarde con rumbo hacia Aguilares a obsequiarle un tercio de leña a su madrina, “la niña Lidia”.Nelson retornó a El Paisnal y junto con él se conducía un amigo, reconocido por Dinora como “Nino”, quien además manejaba el auto en el que se conducía Nelson ese día.
Pero de regreso en el pueblo, el joven de 16 años pidió permiso para dirigirse al puente del río Sucio, para recolectar leña. A las 5 de la tarde Nelson regresó a El Paisnal, iba en la parte trasera del carro, recuerda su hermana, “cuando Nelson le hizo vámonos (a su amigo), ha venido y en el patio de la casa donde estábamos pegó un grito Nelson, y le dijo a mi mamá y a mi papá ´´papito, mamita te quiero mucho´´, y se han ido” probablemente hacia Aguilares.
Al regreso de ese viaje, señaló, el ahora mártir salvadoreño iba con tres amigos, los cuales sobrevivieron, sin embargo el padre Rutilio Grande y Manuel Solórzano fueron asesinados en el ahora conocido monumento “Las Tres Cruces”.
Lo único que nosotros queremos es -no sé si están, no sé si no están, yo no sé quiénes son ellos ahora y con autoridad- que Dios los perdone por haber derramado sangre inocente como era la de mi hermano”. Dinora Lemus, hermana de futuro beato
Un accidente.
A pesar de lo que se conoce ahora sobre el hecho, en aquel momento entre las 5:30 y 6 de la tarde a El Paisnal llegó la noticia de que el padre “Tilo” había tenido un accidente.“Yo estaba aquí en el atrio de la iglesia, y aquí el pickup que vino dijo que el padre Grande había tenido un accidente, que el padre Grande había chocado, había volcado, pero nadie decía que el padre estaba asesinado”, externó Dinora.
El Paisnal celebraba en esos días sus fiestas patronales en honor a San José, nombre que también porta su parroquia, y evento al que el padre Rutilio Grande se dirigía a oficiar misa por causa de la novena.
Los músicos que se estaban preparando para tocar en la misa, guardaron los instrumentos en el convento de la localidad ese 12 de marzo, continúa Dinora, y se dirigieron hasta el supuesto lugar del accidente para intentar auxiliar al padre, y con ellos Dinora se dirigió al lugar de los hechos. “Así no más”, dijo sin poder continuar.
Ese día Nelson fue asesinado junto con el padre Grande y don Manuel Solórzano.
“Nelson no se merecía morir de la forma en como lo hicieron, pero así sucedió, las cosas se los dejaron a Dios, y lo que vemos y sentimos es que cuando las cosas se le dejan a Dios, sucede lo que quiere que sucedan, y estas son de las cosas que Dios está permitiendo que sucedan”, lamentó Lemus.
Dinora Lemus tenía 9 años de edad cuando su hermano Nelson fue asesinado junto al padre Grande.
/ Gabriel Aquino
De Nelson no se poseen fotografías por parte de su hermana, pero la parroquia San José, El Paisnal, aseguró que expondrán una fotografía nunca vista del joven, el día de la beatificación.
El próximo 22 de enero la Iglesia Católica celebrará la beatificación de estos tres mártires, y para Dinora hay sentimientos encontrados. Por una parte se externa agradecida con Dios porque sin él, recalca, no se estuviera dando nada, pero “sentimentalmente y humanamente para uno de familia no es fácil”, agregó.
El monumento Las Tres Cruces es el lugar donde fueron asesinados los futuros beatos Nelson Rutilio Lemus, junto a Manuel Solórzano y el padre Rutilio Grande. / Gabriel Aquino.