Su hermano mayor, Óscar Linares, dice que el sueño de Kevin era tener un negocio propio de comida, porque era cocinero y crecieron entre la venta de antojitos y de refrescos de su madre en esa populosa comunidad de Soyapango.
“Era muy atento con mis papás, pendiente de si ya habían comido. Él se encargaba de todo en la casa cuando no trabajaba, para mi mamá es una pérdida muy grande porque era el que se mantenía con ella”, relata Óscar.
La última vez que lo vieron con vida fue antes de salir de casa, con tres amigos rumbo al estadio Cuscatlán, para presenciar el encuentro entre FAS y Alianza. Sin embargo, a través de videos de Tiktok pudieron ver sus últimos momentos de vida cuando está cerca del portón que fue derribado.
Kevin es velado en Soyapango y será sepultado mañana en el cementerio municipal La Bermeja, en San Salvador.
“Cuando el portón se abrió, la gente cuando hizo presión al dejarse llevar, se lo pasaron llevando, en el video no se ve, y empezaron a pasar sobre él, los compañeros que estaban con él cuando se percataron, ya no pudieron auxiliarlo porque se empezó a hacer el nudo de gente y cuando ellos vieron, lo alcanzaron a ver, ya era demasiado tarde, se encontraba con signos vitales, pero ya era muy poco. Le dieron respiración boca a boca pero ya no pudieron hacer nada por él”, afirmó el hermano del fallecido.
Su amor por el alianza lo resume en una frase del mismo club futbolero: “Alianza desde la cuna hasta el cajón, y hoy se hace verídico, así se puede ver, falleció con el equipo de sus amores”, señaló Linares.
Kevin es velado en Soyapango y será sepultado mañana en el cementerio municipal La Bermeja, en San Salvador.
El pasado sábado en la noche, una estampida de personas derribaron uno de los portones del estadio Cuscatlán, supuestamente, porque no se les permitía la entrada aún portando sus boletos; la ola de personas causó la muerte de 12 aficionados del Alianza FC, y alrededor de 88 lesionados, que fueron trasladados a hospitales.