Sin embargo, el ministro de Salud, Francisco Alauí, aseguró este lunes que hay “una franca disminución” de los casos de dengue en el país, en las últimas semanas. En el país, circula con más énfasis el dengue tipo 3.
En las últimas cinco semanas, los casos han rondado entre los 30 y 24 casos cada siete días.
Alabi aseguró, en la entrevista televisiva de Frente a Frente, que han ingresado a más de 588 personas por síntomas de dengue, pero todos los que llegan con fiebre son sometidos a una prueba de Reacción en Cadena a la Polimerasa (PCR) para comprobar o descartar la enfermedad en el cuerpo.
Alabi destacó que la prueba es vital para tratar debidamente el padecimiento, dado que uno de los riesgos que trae el dengue es la deshidratación del cuerpo, que debe ser tratada de manera endovenosa y controlada. “La deficiencia del dengue es por la falta de líquidos endovenosos, debemos llevar un control, ni mucho líquido ni poco”, aseguró.
Otro menor
Alabi confirmó que el noveno deceso por dengue en El Salvador durante este año es un niño que recibió atención médica de forma tardía. Según el galeno, el menor fue atendido primero en un hospital privado después de los tres o cuatro días de permanecer con síntomas.“En el último caso, vemos una similitud muy frecuente con los casos que hemos tenido. El paciente llega al sector privado un cierto tiempo y cuando inicia una serie de eventos complejos termina en el sector público”, explicó Alabi en Frente a Frente.
Una investigación del medio Voz Pública reveló que entre el 23 de mayo y el 20 de mayo, al menos 21 niños han muerto por dengue.
Alabi añadió que en la región de las Américas estamos en la peor crisis de dengue de los últimos años, dado que anualmente se registran cuatro millones de casos de dengue, pero este año, ya se contabilizan 11 millones.