Unos 6,357 casos de enfermedad renal crónica o insuficiencia renal fueron diagnosticados por el Ministerio de Salud (Minsal) entre junio del 2021 y mayo del 2022, a través de diagnósticos realizados en servicios de consulta externa a nivel nacional, revela el informe de labores que entregó esta cartera de Estado a la Asamblea Legislativa.

En el documento, Salud detalló que del total de las personas que resultaron diagnosticadas con enfermedad renal crónica, un 59 % eran hombres y 41 % eran mujeres. La mitad de esas personas tienen menos de 60 años de edad.

Para el médico nefrólogo y miembro de la Asociación de Nefrología e Hipertensión Arterial de El Salvador, Carlos Chica, las cifras son “alarmantes”, ya que asegura que los datos reales superan la cantidad de personas enfermas en el país.

“La lectura de esto es alarmante, ya que desde el 2020 se han considerado más 800 millones de personas diagnosticadas con enfermedad renal en el mundo, esto ya debe de considerarse como una epidemia mundial de este enfermedad...Estos datos no reflejan la verdadera cantidad de diagnósticos de enfermedad renal crónicos en este país, porque hay muchas personas con estadios iniciales de la enfermedad que, ni el paciente lo sabe ni el médico general que los evalúa”, afirmó Chica.

Al comparar las cifras de diagnósticos de insuficiencia renal con las del periodo pasado, es decir, de junio 2020 a mayo 2021, hay un aumento de los diagnósticos, aunque en la misma cifra de 4,721 mezclan las enfermedades renales con otras enfermedades crónicas.

Mientras, el número de consultas de enfermedad renal crónica aumentó en un 196 % al comparar con el periodo de 2020 a 2021, cuando pasó de 74,083 a 219,901.

El sistema público desde antes y actual no está preparado para la gran cantidad de pacientes que se diagnostican mensualmente que necesitan tratamiento renal sustitutivo”. Carlos Chica, nefrólogo

Tratamiento.

El Minsal detalló que actualmente brinda atención médica con terapia de reemplazo renal a 3,005 personas a nivel nacional.

Salud especificó que 39.6 % de esos pacientes están en tratamiento de hemodiálisis, es decir, un tratamiento para eliminar artificialmente las sustancias nocivas y tóxicas de la sangre retenidas a causa de la enfermedad, así mismo, un 59.9 % en tratamiento de diálisis peritoneal que consiste en eliminar el exceso de toxinas y líquidos a través de un tubo que se coloca dentro del abdomen.



Solo en el periodo de junio del 2021 a abril de 2022, el Minsal contabiliza 906 nuevos pacientes a terapia diabética, 242 pacientes con diálisis peritoneal ambulatoria, 279 en diálisis peritoneal hospitalaria y 385 en hemodiálisis.

Que aumente el número de consultas es positivo, aseguró el doctor Chica, ya que abona al tratamiento oportuno, y evita la progresión de la enfermedad a severa, aunque afirma que el sistema público del país no está preparado para esa cantidad de pacientes.

“El sistema público desde antes y actual no está preparado para la gran cantidad de pacientes que se diagnostican mensualmente que necesitan tratamiento renal sustitutivo, solo es el Instituto Salvadoreños del Seguro Social que es un poco mayor al presupuesto de Salud, es donde abarca mayor atención a pacientes, ya sea diálisis peritoneal o transparente renal, pero en la parte del Ministerio de Salud se queda corto, por mayor cantidad de pacientes y menos presupuestos” afirmó Chica.

Chica mencionó que actualmente en el país, solo en el Hospital Nacional Rosales, Hospital San Juan de Dios de Santa Ana, el Hospital de San Miguel y Hospital San Pedro de Usulután brindan atención médica especializada a pacientes renales, es decir, diálisis y hemodiálisis, mientras que en el Hospital de Zacatecoluca en La Paz, solo diálisis peritoneal. El trasplante renal solo lo hace el ISSS.

El médico nefrólogo recomienda a las personas que han sido expuestas a trabajos agrícolas, estrés térmico, exceso de trabajo con poca hidratación o personas que son sedentarias, que padecen de presión arterial, diabetes o sobrepeso, realizarse un chequeo médico aunque sea una vez al año, y así evitar el desarrollo de la enfermedad.

“Las personas empiezan a tener en estadios iniciales, el único signo que observamos es nocturia, que significa que empiezan a orinar más en la noche que en el día, este signo inicial, es porque el riñón no puede concentrar adecuadamente la orina y las personas se levantan más de dos veces a orinar por la noche y es un signo inicial de daño renal, no hay esperar a tener los pies hinchados o anemia”, advirtió Chica.

El especialista enfatizó que la realización de exámenes de glucosa de sangre, un examen de orina por lo menos una vez al año, y la hidratación de al menos dos litros de agua al día.