Los salvadoreños que cruzaban por las calles dicen tener recuerdos de cuándo antes la calle lucía vacía y dejaba ver los exponentes edificios con riqueza arquitectónica.
“Me alegra mucho y me da nostalgia y melancolía porque veo que el sueño de muchos salvadoreños se ha hecho realidad de ver así las calles limpias y vacías. Yo recuerdo cuando venía con mi papá a la Darío, ya que mis tíos tenían un laboratorio, que se destruyó luego del terremoto, pero me alegro ver las calles así, da un sentimiento, me traslada a esos tiempos”, aseguró Rosa Alfaro.
Alfaro explicó que llegar al centro de San Salvador será otra experiencia, en el sentido que podrá contemplar parte de la historia que estaba oculta por las ventas informales.
“Yo lo veo excelente, ya tenía tiempo de no verlo así, desde mi niñez y realmente pues me alegra bastante. Veo que hay otro panorama, no recuerdo cuándo fue la última vez que caminé así, estaba pequeño”, afirmó Rafael Silva, quien transitaba en una de las calles aledañas a la zona recuperada.
Realizar compras en los comercios y así recordar momentos en los interiores de algunos edificios que antes eran grandes comercios, dónde siendo niños transitaban junto a sus padres, son algunas de las actividades que salvadoreños esperan realizar una vez habiliten el paso peatonal, dijeron a Diario El Mundo.
Otros salvadoreños, expresaron que con el reordenamiento, han quedado a la luz comercios que ellos desconocían de su existencia.
“Yo pienso que excelente, yo desde que era pequeña nunca había visto estos comercios y edificios que son emblemáticos en nuestra historia, y ahora se podrán visitar”, dijo Idalia Torres.
Yo recuerdo cuando venía con mi papá a la Darío, ya que mis tíos tenían un laboratorio, da un sentimiento, me traslada a esos tiempos”. Rosa Alfaro, peatón
Aunque hay otras personas que tras el desalojo de vendedores se muestran desconcertados debido a qué parte de sus compras las realizaban en la calle Rubén Darío, ahora, no saben donde hacerlas, ya que se modificó su ruta de tránsito.
“A comprar venia, pero no sé dónde están, yo buscaba porque es lo más económico. Ir a comercios más estables es más caro”, aseguró Beatriz Erazo.
Actualmente el paso sigue restringido para peatones y vehículos.
Arquitectura escondida.
Tras los desalojos de la calle Rubén Darío, son varios edificios de arquitectura de antaño los que han quedado al descubierto, entre ellos edificios como Telégrafo construido en 1936, durante el Gobierno de Máximiliano Hernández Martínez. Así mismo, como el edificio anexo al Telégrafo, Antonio Bou, con influencia “Art Noveau” que datan de los años 1923 y 1927 de diseñadores extranjeros como del arquitecto italiano Filipo Brutus Targa Dubois.También, han quedado al descubierto fachadas con grabados tipo románico, de influencia funcionalista, neo- colonial, entre otras, que a partir de la rehabilitación, podrán ser visualizados por los salvadoreños y turistas.