A un mes del desalojo de cerca de cien vendedores en las calles que rodean la Biblioteca Nacional de El Salvador (BINAES), en el centro de San Salvador, vendedores ubicados sobre la 4a calle Oriente, 6a calle Poniente, Avenida Cuscatlán y 2a avenida Sur, también conocida como avenida Monseñor Romero, están a la espera de ser removidos al finalizar la construcción de la Biblioteca Nacional.

Los comerciantes dicen que tienen de 7 hasta 30 años de vender diferentes productos como ropa y granos básicos. Sin embargo, luego del inicio del reordenamiento, sus ventas han caído y la mayoría de locales activos solo venden comida a los obreros que trabajan en la zona. “Nos retiraremos hasta que terminen la Biblioteca, como acá estamos para darles comida a ellos”, expresó este domingo una comerciante en la esquina opuesta a la nueva construcción.

Algunas ventas aún permanecen atrás de la Biblioteca Nacional. / Francisco Valle.
Algunas ventas aún permanecen atrás de la Biblioteca Nacional. / Francisco Valle.



Algunos comerciantes muestran frustración por la reubicación que la alcaldía de San Salvador les ha prometido luego de un eventual desalojo. “Nos quieren mandar a lugares que no entra ni un alma, no hay accesibilidad tanto para los clientes como nosotros”, se quejó un comerciante cuyo local se encuentra en la 2a avenida Sur.

La alcaldía del municipio de San Salvador informó que el desalojo de los comerciantes ha sido voluntario luego de un proceso de diálogo. Algunos comerciantes aseguraron que trabajadores de la comuna les envían volantes para acercarse a hablar con el alcalde y luego les notifican que tienen 72 horas para abandonar sus locales. “El señor alcalde dijo que estos puestos son temporales porque, de que nos vamos a ir, nos vamos a ir”, manifestó una comerciante.

Algunos de sus clientes se declaran afectados por el cierre temporal en algunas calles y los desalojos. “No se puede pasar allá, hay que dar vueltas porque hoy los puestos donde compraba se han trasladado a otro lado”, señaló una ciudadana mientras hacía sus compras sobre la 6a calle Poniente. “Afecta a los comerciantes también porque muchos de ellos no saben leer ni escribir y son la única fuente de trabajo para sus hijos”, reflexionó la ciudadana.

Comerciantes que tienen sus puestos de venta cerca de la Biblioteca Nacional creen que la orden de desalojo les llegará tarde o temprano. / Francisco Valle.
Comerciantes que tienen sus puestos de venta cerca de la Biblioteca Nacional creen que la orden de desalojo les llegará tarde o temprano. / Francisco Valle.

"Está más seguro, hay más orden"

A unas cuadras de distancia, diversos salvadoreños también expresaron sentirse seguros con la organización del centro histórico de San Salvador.

“Opino que está excelente, porque los andenes son de la Alcaldía y tiene el derecho de desalojar la gente que está ahí, me gusta venir con mi familia, y todo lo demás se ve más ordenado. El mercado nuevo está bien pero los restaurantes son caros y nosotros somos del centro”, manifestó una persona que paseaba con su familia en el centro de la capital.

Otra mujer, adulta mayor, quien compraba verduras sobre la 6a calle Poniente cree que "sí hay beneficios" en la remodelación pero cree que hay gente perjudicada "ambulante o comerciantes" que "han sacado sus hijos adelante por medio del negocio".

“Pienso que sí está más seguro porque hay más orden”, expresó otra mujer, quien se encontraba con su hija, sobre la 6a calle Oriente.

Trabajadores realizan trabajos de cableado subterráneo en la zona de la Biblioteca Nacional. / Francisco Valle.
Trabajadores realizan trabajos de cableado subterráneo en la zona de la Biblioteca Nacional. / Francisco Valle.



Así mismo, una pareja de esposos que caminaba frente al Palacio Nacional expresó: “Está muy bonito porque es más seguro... Todo excelente, antes no podíamos andar caminando por acá, venimos de San Martín”.

En la Plaza Morazán, se encontraba un adulto mayor que manifestó que la alcaldía tiene "derecho a desalojar" y calificó el reordenamiento de excelente. "Los andenes son de la Alcaldía y tiene el derecho de desalojar la gente que está ahí, es más, habían personas que tenían 16-17 puestos en esos lugares y se los alquilaron a otra gente pobre que no tenía dónde trabajar y hasta les prestaban dinero al 20 % diario, entonces, era una burla para la alcaldía y lo que está haciendo el alcalde Mario Durán está muy excelente, yo estoy de acuerdo. Es más, los salvadoreños de bien, los que somos honrados estamos con ellos y punto”, indicó.

En el lugar, la alcaldía de San Salvador destaca en redes sociales las imágenes de calles despejadas y del trabajo de cableado subterráneo que permitió este domingo el retiro de los cables de electricidad aéreos. "¡Los cables se van, la historia revive!, dice la alcaldía en la plataforma X.

Trabajos en las calles que rodean la Biblioteca Nacional. / Francisco Valle.
Trabajos en las calles que rodean la Biblioteca Nacional. / Francisco Valle.