Sobrevivientes y miembros de la comunidad Santa Marta, en Cabañas, reclamaron este lunes al Estado salvadoreño la aplicación de justicia por la masacre del Río Lempa, ocurrida hace 43 años, donde unas 200 personas civiles fueron masacrados por la Fuerza Armada.
Una sobreviviente, Rosa Laínez, aseguró en conferencia de prensa que el Estado se niega a reconocer la masacre y a judicializar el caso, al contrario, prefirió enjuiciar a seis miembros de la comunidad por otro caso cometido durante el conflicto armado.
“Masacres que el Estado ha desconocido totalmente, y no lo ha querido reconocer aunque la comunidad hemos presionado y exigido no ha sido posible que se pueda retomar y la respuesta que da es enjuiciar a los compañeros que no se les puede comprobar nada, y si así fuera, como comunidad no nos sentimos satisfechos, porque si hablamos de justicia, estas masacres fueran las primeras que el Estado debería de (estar) dando respuestas”, declaró Laínez.
Alfredo Leiva, aseguró que el Estado ha utilizado la justicia para perseguir a sus compañeros ambientalistas.
“En ese proceso de investigación, ellos (la Fiscalía) armaron el caso contra nuestros compañeros...lo que nosotros creemos es que ha habido una clara utilización de la justicia transicional para poder perseguir a nuestros compañeros”.
Alfredo Leiva,
Líder de comunidad Santa Marta.
Reiteraron la petición de un investigación para que se haga justicia para los involucrados en la masacre del Río Lempa, la masacre de Santa Cruz, y la masacre de Los Planes, en 1980, para poder llevar justicia a las víctimas.
Diferentes colectivos de la comunidad Santa Marta se prepararon este día con altares a los mártires para conmemorar 43 años de la masacre campesina.
Para este lunes a las 3:30 de la tarde, realizarán un viacrucis denominado “recorriendo la historia” desde la escuela de la colonia Las Brisas hasta la plaza central de Santa Marta, donde finalizará con una ceremonia solemne y cultural.
La masacre
Desde el 15 de marzo de 1981, la Fuerza Armada de El Salvador se dirigió a los cantones Santa Marta, Peña Blanca y sus alrededores, donde llevó a cabo un operativo militar contrainsurgente, en el que participaron el Segundo Destacamento Militar de Sensuntepeque, el Batallón Atlacatl y la Guardia Nacional.
Los días 17 y 18 de marzo, después de intensos ataques aéreos y terrestres, muchas personas fueron obligadas a cruzar el río Lempa, pasando la frontera de El Salvador con Honduras. A su paso, el Ejército quemó casas, cosechas, torturaron a mujeres y ancianos que estaban en sus viviendas.
La masacre ocurrió en el cruce del río Lempa, donde se encontraban en ambos lados de la frontera tropas de El Salvador y Honduras, que abrieron fuego contra la población que intentó cruzar. Muchos fueron arrastrados por el río y murieron ahogados debido a que la represa 5 de Noviembre fue abierta con premeditación, causando el desborde del río.
El informe de la Comisión de la Verdad relata que hubo entre 20 y 30 muertos y 189 personas desaparecidas, sin embargo, el equipo de Memoria Histórica de Santa Marta, asegura que no se conoce con exactitud la cantidad de muertos.
