Foto Archivo DEM

El testigo número 37 propuesto por la Fiscalía General de la República, un agente antinarcótico de la Policía Nacional Civil declaró el miércoles ante el Tribunal Segundo de Sentencia de San Salvador, que José Adán Salazar, alias “Chepe Diablo” era el principal cabecilla del cartel de Texis, una estructura que se dedicaba al tráfico de droga en Santa Ana y Metapán.


Al igual que Salazar Umaña, uno de los cinco enjuiciados por el delito de lavado de dinero y activo por más de $132 millones, figura Roberto Antonio Herrera Hernández, alias “El Burro Herrera”, a quien el Tribunal Especializado de Sentencia “C” en 2015 condenó a tres años pero que al final solo descontó un año. Otros 16 fueron condenados hasta por 56 años de prisión por el delito de tráfico ilícito de drogas.


El investigador antinarcóticos afirmó que José Adán Salazar fue perfilado como quien traficaba la cocaína desde “Sudamérica”, y esta fue parte de los resultados de la indagación que un equipo Antinarcóticos en 2010 obtuvo. Agregó que el que equipo que le seguía los pasos al cartel de Texis estaba compuesto por cuatro investigadores quienes realizaban vigilancia y seguimiento tanto a personas como inmuebles y apoyados por las escuchas telefónicas.


El agente dijo que los siete hoteles y varias gasolineras en Santa Ana fueron el fruto de los ingresos provenientes del narcotráfico.


Citó que entre los 30 integrantes del cartel de Texis, había un Inspector Jefe de la Policía quien se encargaba de alertar a los demá sobre los movimientos y operativos policiales en la zona para no ser detectados.



¿Por qué no lo arrestaron?


La gran inquietud que surgió este miércoles, fue porqué si José Adán Salazar era el cabecilla del cartel de Téxis, ¿porqué no fue detenido junto a los 17 que ya descuentan condenas en los penales?


A la interrogante, el investigador respondió que no fue detenido porque ostentaba la máxima jerarquía dentro de la estructura y se cuidaba de ser intervenido cuando se comunicaba vía telefónicamente con los demás miembros.




El testigo dijo que el señor José Salazar Umaña era el principal cabecilla y lo destacó dentro de otro grupo de cabecillas dentro de los cuales estaba los hermanos Dorat, el conocido Burro Herrera y dijo que a raíz de eso, la distribución de funciones no lo involucraba a estar en operatividad por eso no apareció en las escuchas telefónicas”. detalló el fiscal.


En base a su cargo, ya su función era más alta, jerárquicamente, esa es la razón por la que no aparece como involucrado en el cartel de Texis”. sostuvo el fiscal.



El fiscal afirmó que el testigo también se refirió a las fuentes de ingreso para financiar sus negocios como hoteles y gasolineras eran producto de la actividad ilícita del narcotráfico.


Estas declaraciones abonan al juicio que desarrolla el Tribunal Segundo de Sentencia en el que el Ministerio Público busca establecer las fuentes de lavado de dinero y activos; y los fondos del narcotráfico son una de ellos.




  • Delitos

  • Salazar Umaña enfrenta juicio junto a otras cinco personas de las familias Salazar Umaña y Umaña Samayoa por el delito de lavado de dinero hasta por $500 millones que según la Fiscalía habría blanqueado a través de 32 sociedades de fachada.

  • En total son nueve imputados, cinco presentes y cuatro ausentes que habrían cometido los hechos ilícitos entre 2003 y 2017.

  • Gran parte del juicio ha develado el entramado de operaciones de las empresas de Salazar Umaña y los otros, en especial de la sociedad Gumarsal, dedicada a la comercialización de granos básicos, así como de varios hoteles que el acusado poseía.