Los primeros capturados del régimen de excepción fueron llevados a diferentes delegaciones o centros penitenciarios entre ellos “El Penalito”, en las cercanías del mercado de abastecimiento, La Tiendona, en San Salvador. Foto/Dennis Acosta
A mediados del mes de mayo una multitud de personas, sobre todo mujeres, esperaban frente al penal La Esperanza mejor conocido “Mariona”, a que leyeran la lista de liberados diarios que emitían las autoridades. Foto// Gabriel Aquino.
Familias que se encontraban a la espera de la liberación de su pariente, en las afueras de “Mariona”, fueron desalojadas del lugar donde hubo una alta presencia de militares armados. Foto/Gabriel Aquino.
Un grupo de niños juegan fútbol en una cancha de Sierra Morena, Soyapango, mientras son custodiados por militares durante un cerco militar, que inició la madrugada del 3 de diciembre de 2022. Foto/Emerson Del Cid
La presencia militar fue notable en Ciudad Credisa, una de las colonias de Soyapango, denominadas como “zona roja” debido al dominio que tenían las pandillas. Foto/Emerson Del Cid
La convivencia en espacios públicos estuvo acompañada de presencia militar, algo que los pobladores, de zonas como Sierra Morena de Soyapango, normalizaron. Foto/Emerson Del Cid.
El Centro Preventivo y de Cumplimiento de Penas para Mujeres, ubicado en Ilopango, pasó a ser un recinto para hombres a finales del mes de agosto y las inquilinas fueron trasladadas a otros penales a finales de agosto. Foto// Gabriel Aquino.
Previo a Navidad de 2022, en menos de una hora se registraron al menos 43 detenidos en el cerco militar en la comunidad Tutunichapa, donde más de 1,000 soldados fueron desplegados esta madrugada y unos 130 agentes de la División Antinarcóticos./ Francisco Valle.
“La cárcel más grande de toda América”, fue inaugurada el 31 de enero por el presidente de la República, Nayib Bukele, y anunció que tendría espacio para 40,000 reos. El primer traslado de 2,000 pandilleros fue en febrero de 2023, en marzo hubo un segundo traslado de igual número de mareros. Foto// Francisco Valle.
Un año después, en San José El Pino, Santa Tecla, después de aplicarse el régimen de excepción y ser militarizada, no se observaron elementos verde olivo, y a simple vista, tampoco pandilleros. Foto/Emerson Del Cid.
Actualmente es usual ver niños en bicicleta por las tardes y además, personas realizando sus actividades de forma normal. Sin embargo, existe temor de hablar sobre la situación debido a los años de sesgo que pasaron en las comunidades. Foto/Emerson Del Cid.
En la colonia Valle Verde 1, en Apopa, sus habitantes aseguran que no existe presencia de grupos pandilleriles, pero tampoco se ve presencia militar a pesar de ser por años una de las zonas más conflictivas. Foto/Emerson Del Cid.