Oneyda de Hernández quien es la fundadora y encargada del refugio relató a Diario El Mundo que a eso de las 4:30 de la tarde del martes comenzó la tormenta y hubo una especie de "huracán", que levantó el árbol y sin hacer mayor ruido, destruyó el refugio hecho en su mayoría de madera y lámina.
"Estaba lloviendo, pasó como un huracán como que lo levantó y ¡pum! Lo dejó caer me destripó unos perritos lastimosamente, nos destrozó todo, se deshizo todo, estamos consternados".
Oneyda de Hernández
Encargada del refugio.
Oneyda señala que ella reportó y pidió a la alcaldía que cortaran el árbol de Cedro, porque estaba inclinado hacia el lugar y temían que algo pasara, pero las autoridades municipales le respondieron que no podían cortarlo debido a las grandes dimensiones.
"Fui a la alcaldía en muchas ocasiones y me dijeron que no se podía cortar como cualquier palo, pero una vez de tantas me escucharon y vinieron, dijeron de que no podían porque el palo era muy alto, total que no cortaron el palo, pero era una amenaza que nos iba a caer encima porque estaba inclinado hacia nosotros", explicó.
Ahora, además de la tristeza de perder a dos de sus canes refugiados, Oneyda debe reconstruir el refugio y si fuera poco, hace unos 20 días el dueño del lugar les pidió desalojar. Ahora buscan un lugar grande donde trasladar el refugio, ya que ha rescatado a más de 100 perritos.
El refugio inició hace unos siete años y se sostiene de donaciones de personas altruistas, que se comunican a través de las redes sociales.
El Instituto de Bienestar Animal (IBA) tiene bajo resguardo al centenar de perros, mientras reconstruyen el refugio Ángeles de la calle.