En los alrededores de la nueva Biblioteca Nacional, la 6ª calle Poniente, y en las afueras del mercado Sagrado Corazón aún hay ventas de negocios que por años han permanecidos en esas zonas. Sin embargo, y por los desalojos de vendedores que ha venido realizando el gobierno central y municipal, ellos saben que prontos los moverán.

“De que nos van a mover, seguro que sí, y uno tiene que ver cómo y lo que toca es andar vendiendo en la calle, uno que todavía pude, pero aquí hay gente de la tercera edad y cuesta”, manifestó Sonia Rosales, quien tiene ocho años de tener su negocio en las cercanías del mercado Sagrado Corazón.

Los vendedores de la 2a avenida Sur aseguraron que son los últimos días que venden ahí, ya que al terminar la Biblioteca deben retirarse. /Emerson Del Cid.
Los vendedores de la 2a avenida Sur aseguraron que son los últimos días que venden ahí, ya que al terminar la Biblioteca deben retirarse. /Emerson Del Cid.


Cerca del excine Apolo aún hay un par de negocios abiertos. Marta Jiménez vende sodas, agua y comida, y asegura que a ella no la han desalojado porque los vigilantes, custodios de centros penales, policías y soldados que resguardan el desarrollo de la obra, la buscan para comprarle, pero que al terminar la Biblioteca “seguro” la moverán y
Los comerciantes afirman que el gobierno no les ha dado una opción viable para reubicarlos.

“Aquí solo estaré ya unos días, porque como yo vendo tortillas y hago almuerzos, me buscan, pero por eso nos han dejado, pero aquí quien nos va a mover es don Irving (Irving Rodríguez, jefe de la Unidad Técnica de la Alcaldía de San Salvador), dijo Jiménez.

Jiménez dijo que tiene 10 años de vender por el excine Apolo y que lo único que les mencionan en los desalojos “es que nos vayamos al Tinetti, pero no ha habido una reunión ordenada para eso, además en el Tinetti ya nadie cabe. Y varios vendedores se han ido a andar vendiendo, pero yo ya no puedo, andar caminando tanto, asoleándose. Opciones no nos dan, solo nos mueven, y acaban con la entrada de sustento de uno y otras fuentes de trabajo, porque mi nieta que es la que viene a echarme las tortillas, se va a quedar sin eso”.

Doña Marta vende aún en la 2a avenida Sur, en el centro de San Salvador. / Emerson Del Cid.
Doña Marta vende aún en la 2a avenida Sur, en el centro de San Salvador. / Emerson Del Cid.


Ana María Mendoza, que tiene un negocio de productos varios, siempre en la zona del ex cine Apolo dijo que incluso ha andado buscando alquilar algún local, pero “todo está demasiado caro.

“Mire ya nos estamos saliendo, porque aquí como está cerrada la calle ya ni se está vendiendo y alquilar en otro lado es bien caro, no hay locales baratos, pero lo que me tocará es tratar de vender desde la casa”, dijo Mendoza quien ha tenido su negocio en la zona por 22 años.

“En el país hay hambre”

Jiménez dijo que desalojar a los vendedores es toda una cadena que afecta económicamente a mucha gente que se queda sin fuente de ingresos.

Otros vendedores que serán removidos son los de la 6a calle Poniente, conocida como la calle de La Amargura. / Emerson Del Cid.
Otros vendedores que serán removidos son los de la 6a calle Poniente, conocida como la calle de La Amargura. / Emerson Del Cid.


“Deberían de pensar también en el pobre. Aquí en el país hay hambre, aunque digan que no, es una vitrina (la construcción de la Biblioteca) que le quieren mostrar a la gente de otros países, peo es mentira porque no es nuestra realidad y todo está caro, y todavía quitándonos nuestra fuente de trabajo”, dijo la vendedora.

Ángel Gabriel López, vendedor de coco y agua de coco dijo que les tocará rebuscarse para ver cómo salir adelante. “Sí, aquí a todos nos va tocar, aquí va a quedar límpido esa es la idea de las nuevas mentiras”, señaló el vendedor.

La semana pasada, el alcalde de San Salvador, Mario Durán, afirmó que en los próximos dos meses terminarán de remover a los 300 vendedores que aún quedan. Según el jefe edilicio solo falta reordenar el 5 % del Centro Histórico.