La Fundación Salvadoreña de la Tercera Edad (Fusate) inauguró recientemente un nuevo concepto de asilo para adultos mayores denominado Villa María, que consiste en una residencia que ofrece servicios de alojamiento temporal o permanente disponible para adultos mayores del país y extranjeros.

La residencia que se ubica en la colonia Ávila, sobre la calle El Progreso, en San Salvador, ofrece una atención personalizada hacia los huéspedes, enfocadas en mejorar la calidad de vida simulando el entorno familiar, según la presidenta de Fusate, Olga Miranda.

“Este es un proyecto productivo, una residencia privada, porque es para aquellas personas que se la pueden costear o que los hijos que muchas veces residen en el exterior le quieren dar una calidad de vida a sus padres, los quieren tener en un lugar recibiendo lo que ellos merecen; la infraestructura es de primera, todo es nuevo, todo es agradable, los dormitorios son preciosos, amplios”, dijo Miranda.

Villa María ofrece servicios que van desde atención médica especializada las 24 horas del día los siete días a la semana, servicios de terapia física y ocupacional, gimnasio e hidroterapia, eventos culturales, religiosos, servicios de alimentación, peluquería, podología, manicura, y el servicio de transporte.

La capacidad máxima de personas que puede recibir son alrededor de ocho personas, según Miranda.

Olga Miranda, presidenta de Fusate, explicó el concepto de Villa María. / D. Acosta.
Olga Miranda, presidenta de Fusate, explicó el concepto de Villa María. / D. Acosta.



De acuerdo con Fusate, se busca crear el nuevo concepto donde la persona se sienta en casa, y no en un asilo, sin mayores restricciones u horarios, de forma que se ha diseñado el espacio “idóneo” para la convivencia.

Se ha pensado en la seguridad y la comodidad, piso antideslizante, almohadas especiales, un sofá cama en caso de recibir visitas “no somos hotel, pero pueden quedarse una o dos noches con el abuelo”, dice Miranda.

“En cada dormitorio tienen un refrigerador, microondas, tostador, cafetera, o sea eso le crea a la persona una independencia; esa persona puede desde ahí servirse café, té, refresco”, detalló Miranda.
Algunas habitaciones tienen acceso a terraza, cuentan con una pequeña área de cocina, televisión con cable e internet, otras incluyen baño personal, otras tienen baño compartido.

Antes de registrarse en la residencia debe pasar por un exámen de la médica geriatra para una evaluación, ya que si hay ciertos requisitos”. Olga Miranda, presidenta de Fusate


Además, Villa María cuenta con zonas compartidas como comedor, salas de estar y zonas verdes. Miranda aseguró que los adultos mayores tendrán disponible a una doctora con especialidad en geriatría, tres veces por semana.

Los precios para ser residente en la Villa María de Fusate ronda desde los $1,600 por mes, dependiendo del tamaño de la habitación. De acuerdo con Miranda, el alojamiento debe ser de al menos tres meses.

“Antes de registrarse en la residencia debe pasar por un exámen con la médica geriatra para una evaluación, ya que si hay ciertos requisitos, porque no toda la gente tiene un salud mental de convivencia, y esta es una residencia donde vamos a tener un ambiente de paz, y tranquilidad; hay ciertos problemas, enfermedades que tienen que estar en lugares especializados”, añadió Miranda.

Las áreas de convivencia de Villa María. / D. Acosta
Las áreas de convivencia de Villa María. / D. Acosta

Temporal.

El proyecto residencial también brinda servicios de alojamiento temporal con una capacidad de diez personas por día, donde los adultos mayores pueden llegar diariamente a ser parte de un “club de día” y tener acceso a todos los servicios, menos al de habitación.

Los alojamientos temporales, inician desde las 9:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde con un precio de $40.

“Hay usuarios que van a vivir aquí, y hay usuarios que pueden venir al club, tenemos un club de día, entran en la mañana, desayunan, almuerzan y en la tarde se van. Estas personas han pasado aquí un día genial, pudieron bañarse en la piscina y hacer hidroterapia, gimnasio o recibir terapias físicas...todo eso es gratis”, explicó Olga Miranda.

La residencia también brinda o gestiona el servicio de transporte para sus huéspedes, tanto para permanentes o temporales.