Ser diagnosticado con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) es una noticia que cambia el rumbo de las personas que lo padecen, sin embargo no debe ser sinónimo de muerte, asegura Otoniel Ramírez, quien desde hace 25 años convive con la enfermedad.

Otoniel tiene actualmente 55 años de edad, y expresó que desde que fue detectado con la enfermedad, su vida ha sido una travesía marcada por el valor, la esperanza y el compromiso con la concientización sobre el VIH.

El paciente recordó que fue en julio de 1998, a la edad de 29 años, cuando recibió la noticia de tal enfermedad, cuando cursaba el tercer año de la carrera de Medicina en la Universidad de El Salvador (UES), con el sueño de convertirse en ginecólogo obstetra, una vocación que no pudo cumplir.

“Suspendí mi formación académica, me diagnostican VIH, en aquellos tiempos desafortunadamente existía siempre ciertos obstáculos para que las personas con VIH estudiarán carreras relacionadas a la salud, el estigma, la discriminación y el temor, así que de esa manera yo suspendí mis estudios de Educación Superior en Medicina”, expreso.

Otoniel relató que la manera en que se le negó continuar con sus estudios de Medicina fue difícil, pero a pesar de las circunstancias, él no se detuvo y continuó sus estudios universitarios, hasta convertirse en un psicólogo.

“Estudié la Licenciatura en Psicología, me parece que era una carrera que no es bien remunerada, es más una carrera humanitaria, pero me pareció que eso iba a ser muy importante para poder apoyar a otras personas”, declaró Otoniel.

VIH desde la psicología.

Ramírez explicó que la atención psicológica en los pacientes identificados con VIH, es fundamental para avanzar en la vida y que la persona se adapte a su diagnóstico y “a su nueva realidad”, sostuvo.

“Vivir con VIH me enseñó a ser más fuerte, haber vivido la experiencia de estar joven y ser diagnosticado. Yo me veía como un profesional de la medicina, ya lo tenía yo bien cuadrado, pero creo que la vida no me permitió eso, y creo que ese es un mensaje bien importante para la persona con VIH o las que ya están diagnosticadas, que viva toda su proceso, porque si logra pasar todo eso, al final va a caer en cuenta, ¿y ahora qué? bueno la realidad es esta: soy una persona con VIH y voy a tener que seguir adelante”, expresó.

Además de la licenciatura en Psicología, Otoniel ostenta una Maestría en Salud Pública, de la Universidad Nacional de Nicaragua; asimismo realizó un Posgrado de Monitoreo de Evaluación con énfasis en Economía de la Salud, de USAID; y un Postgrado de Violencia y Agresiones Sexuales.

El VIH es una enfermedad crónica tratable, si la persona se realiza una detección temprana, recibe medicamento antirretrovirales, éste puede ser controlable, afirmó, el paciente.

“Considero que siempre hay que estar con una actitud positiva ante una situación que, por el momento no se puede cambiar, creo que es un algo importante que las personas sepan que si habemos personas porque hay muchas más con 25 o 30 años de vivir con VIH que hemos logrado mantenernos”, expresó.

Estigmatización.

Otoniel señaló que a pesar del paso de los años, desde que se conoce la enfermedad, aún existe estigmatización a los pacientes positivos, por lo que considera que en el país se debe realizar campañas de concientización, no solo para la sociedad, sino desde las familias.

“Creo que el principal reto que tienen las personas (es) el estigma y la discriminación, por eso muchas personas viven en el anonimato y dependiendo también de sus determinantes sociales, puede desencadenar que la persona realmente no conozca como tener su proyecto de vida”, detalló.

Otoniel se ha convertido en un defensor de la educación sobre el VIH, con el propósito de romper con los mitos y estigmas que rodean la enfermedad, ya que asegura que aún se presentan situaciones de estigmatización hacia las personas diagnosticadas positivas.

Actualmente, Otoniel es el director de la Red Centroamericana de Personas con VIH en El Salvador, (REDCA+), entidad que promueve el bienestar y dignidad de las personas identificadas con la enfermedad.