La canción del famoso grupo inglés The Queen “El espectáculo debe continuar” (The show must go on), manifiesta “El espectáculo debe continuar, lo haré frente con una sonrisa, nunca me daré por vencido”. Parafraseando la letra dice que a pesar de que el corazón se rompa, el maquillaje pueda estar estropeado; pero la sonrisa siempre sigue. Por ningún motivo, truene, llueva o el aula esté vacía, siempre debemos continuar. Elmer Rice en su novela El espectáculo debe continuar hace alusión al ambiente teatral. Describe la tormenta anímica, en donde se mezclan, lluvias, granizos, ciclones.

A veces, con tantos problemas, vicisitudes cuesta seguir viviendo. Lo que sucedió el pasado 20 de mayo en el estadio Cuscatlán en donde murieron asfixiados 12 aficionados del club deportivo Alianza deja un mal sabor, deja un hecho histórico que, a pesar, se vuelvan a abrir las puertas para un partido de fútbol, la tristeza y recuerdos aflorarán. Descansen en paz los que anhelaban disfrutar un poquito de la vida. Aunque la bandera de El salvador se haya izado, brinden apoyo a los familiares de los fallecidos, el dolor nadie lo puede calmar. Estas desgracias ya han suscitado en otros eventos deportivos.

Escribí un artículo titulado Qué descanse en paz, haciendo alusión a la noticia de un policía que había sido acribillado a balazos por pandillas. Siempre solemos expresar a los amigos o familiares la frase icónica “que descanse en paz”; sin embargo, ese ser humano quiso seguir viviendo, quiso seguir construyendo sus sueños. Tomo de referencia el caso del niño Frank Alvarenga, quien murió por una bala perdida disparada por un fanático luego de un partido de fútbol en el estadio Óscar Quiteño, Santa Ana. Para los familiares la vida continúa.

La cultura del ocio impera mucho en los salvadoreños, si no lo creen, preguntémosle los directores de relaciones públicas de los grupos musicales y cantantes que están viniendo a cantaradas durante el año. Muchos llenan su ego cuando consumen el espectáculo, no importa el tipo que sea. En El Salvador siempre nos hemos acostumbrado a que suceda algo para que las leyes cambien, para que se reformen algunos artículos. A los salvadoreños nos hace falta practicar hábitos, urbanidad y buenas costumbres. Muchos ni disfrutan un espectáculo, entran a los estadios ebrios, luego toman el volante de sus vehículos y mueren estrellados en un poste.

Para muchos seres humanos el espectáculo se encuentra en un concierto de su cantante favorito, en un evento deportivo, en una obra teatral, en un evento religioso, en el discurso de un político, etc. En todo espectáculo puede suceder una tragedia. Muchos religiosos, por ejemplo, mueren aplastados cuando asisten a La Meca. El ser humano quiere estar en tal lugar y no sabe si ese será su último día. Recordemos que, niños, jóvenes y adultos anhelan siempre disfrutar de un espectáculo.

Todo espectáculo, si lo que se consuma sea bueno, agradable o llene de satisfacción al ser humano, no es malo. Lo que es malo es sobrepasar los límites, evadir leyes o alimentar el ego. El espectáculo cuesta que continúe cuando en un evento el ser humano perdió a sus seres amados. Los psicólogos manifiestan que se debe guardar luto y debemos seguir luchando, asistir al trabajo, continuar los estudios o cualquier otra actividad. Por lo tanto, hace falta practicar más hábitos de urbanidad, erradicar los vicios y evitar la exposición al peligro.

Pan y circo, expresión que proviene de la antigua Roma, se refiere al espectáculo de querer ver peleas entre gladiadores, luchas de gladiadores contra fieras, representaciones teatrales, etc. Todo era para mantener entretenidos al pueblo, a quienes también les daban pan para saciar el hambre. Por eso suele decirse en el ámbito de la política, pan y circo.

Es a veces duro continuar con el espectáculo, aunque a un ser humano le hayan diagnosticado que tiene cáncer y son pocos los días de existencia que le quedan. La vida no se detiene, sea lo que suceda, siempre nos levantamos listos para realizar las actividades diarias. En ocasiones quisiéramos que no siguiera el espectáculo de la vida; sin embargo, debemos de afrontar los retos y nunca desfallecer. “Mi alma está pintada como las alas de las mariposas, los cuentos de hadas del ayer crecerán, pero nunca morirán”. Fredy Mercury.