La educación salvadoreña, especialmente la pública, adolece de muchos problemas. Actualmente, el Ministro de Educación mencionó que no están cerrando escuelas, sino que están unificando los centros escolares. Eso significa que habrá más deserción escolar.

Mientras algunos se esmeran por querer darle lo mejor a la educación, otros no siguen un plan adecuado para mejorar la calidad educativa. Analizar la educación salvadoreña requiere de mucha paciencia e investigaciones.

Para analizar las propuestas del maestro Miguel Ángel Rosales, es oportuno mencionar el objetivo del programa "Mi Nueva Escuela". Su objetivo es mejorar la calidad educativa y garantizar el acceso a una educación de calidad. En el año 2025 se han cerrado 44 escuelas; creo que eso no es buena noticia.

Rosales identifica un objetivo sociopedagógico, visionario y profético para ganarle la guerra a la pobreza, el cual es el núcleo de estos análisis. El pedagogo dice que se debe perfeccionar la educación por sí misma, lo que primero pasa por la adopción de la “Nueva Escuela de Formación Autodidáctica”.

En el proyecto educativo que presenta se encuentran los objetivos pedagógicos: 1. Formar alumnos con actitudes, aptitudes, destrezas y habilidades autodidácticas a muy temprana edad. Los alumnos deben tener afición, amor y hasta pasión por el estudio y la investigación científica, a fin de que adquieran una voluntad con capacidad de decisión indoblegable para no ser desviados en su conducta por los bienes de la tecnología moderna. El pedagogo enfatiza que se debe evitar la creciente degradación moral de nuestra población. En la Nueva Escuela de Formación Autodidáctica se inducirá, infundirá, y fijará los conocimientos sobre la buena moral, las buenas costumbres, la urbanidad y la cívica.

2. En el proyecto del maestro no debe perderse el objetivo de formar el ciudadano integralmente ideal para su desarrollo productivo y a la vez creativo; que sepa enfrentar con responsabilidad las exigencias y los requerimientos que la vida en paz y democracia le presenta para consigo mismo y su familia, la sociedad del país y universal.

3. Abrir de par en par las todavía cerradas puertas de la escuela tradicional actual, liberar la educación, democratizarla de verdad para volverla fácilmente accesible para todos en cualquier edad, tiempo y lugar, por la adopción de la Nueva Escuela de Formación Autodidáctica, que forma autodidactos a temprana edad, y propicia y facilita la desecolarización, o más bien, la desformalización parcial del sistema educativo en todos sus niveles. (Educación sin asistencia a las aulas). Esto quiere decir que se entró a la era de las tecnologías educativas, a la virtualidad; sin embargo, ya se comprobó que no se han tenido los objetivos esperados, especialmente en las escuelas públicas.

4. Se debe crear el ambiente propicio rescatador de deserciones, toda vez que el nuevo método autodidáctico dirigido forma autodidactos a temprana edad, lo que inicialmente se conseguirá después que el alumno haya estudiado como mínimo el tercer grado de primaria; pues, por su intrínseca bondad natural, esta metodología, además de haberle infundido y creado, aun cuando incipientemente, las actitudes, aptitudes, destrezas y habilidades autodidácticas, asimismo, simultáneamente le habrá creado la íntima convicción psicopedagógica de que deberá volver a estudiar autodidácticamente en cualquier momento de su vida futura, si tomamos en cuenta que con la nueva escuela de formación autodidáctica los estudios, por fin, serán libres y de verdad fácilmente accesibles para todos. Lástima que la utilización de los celulares inteligentes, tablets y laptops no diera el resultado esperado en la educación salvadoreña.

Rosales hace una conclusión tajante en su libro, manifiesta que es el comienzo de una dura lucha entre lo verdaderamente innovador y lo conservador en educación, pues estamos totalmente consientes que cambiar el tradicionalismo será una tarea sumamente costosa y dura, por no decir sumamente difícil. El cambio saludable y eficaz para el despegue hacia el desarrollo de los países del Tercer Mundo está planteado. Será el tiempo el que al final razón nos conceda. Ojalá no sea tardíamente.

Hay mucho por analizar en el libro del maestro Rosales; sin embargo, lo importante que encontré y es una propuesta excelente, es que se propicia y facilita la continuada, constante, permanente y repetitiva práctica de la lectura oral y comprensiva, del razonamiento del análisis y la síntesis; del diálogo maestro-alumno y de diferentes y variadas formas de diálogo entre alumnos.

“Los pueblos y los hombres mediocres desprecian la sabiduría, los sabios la buscan y la hacen suya como un tesoro para hacerse ricos, grandes y prósperos”. Miguel Ángel Rosales

• Fidel López Eguizábal, Docente Investigador Universidad Francisco Gavidia
flopez@ufg.edu.sv