No hay duda que la muerte anda circundando en El Salvador, dado que se han dado dos tragedias que han acarreado luto. Lo sucedido con la estampida humana en el Estadio Cuscatlán, donde nueve personas perdieron la vida y muchos han quedado lesionados, la otra tragedia es el aparatoso accidente que se dio el fin de semana pasado en el Boulevard Constitución, cerca del redondel Integración, en la que varias personas están siendo atendidas de gravedad, es de lamentar lo sucedido en estos dos casos y elevamos una oración al Señor Jesucristo, para que fortalezca las familias que ahora sufren.

No cabe duda que las tragedias de esta naturaleza pueden evitarse, con prevención, prudencia y mesura, sin embargo, lo seres humanos aprendemos en la mayoría de casos a fuerza de golpes. Proverbios 23:29-32 ¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en el vino, Para los que van buscando la mistura. No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente; Mas al fin como serpiente morderá, Y como áspid dará dolor.

No hay duda que la vida es el regalo más hermoso que se recibe de parte del Señor Jesucristo, como se decida vivir, es lo que permitirá tener paz o estar en constante conflicto, dado que en ocasiones vendrán situaciones difíciles o extremas, que por muy preparado que este un ser humano no se sabrá que hacer, en estos casos indudablemente solo queda acudir el socorro que viene del cielo, ya que lo posible lo haces tú, lo imposible lo hace el Señor Jesucristo. Ahora bien, la vida cambia en un instante, hoy podemos estar y mañana ya no, por ello aprovecha bien el tiempo y busca con todo tu corazón al Señor Jesucristo

Los seres humanos nos preparamos en esta vida casi para todo, para triunfar, casarnos, tener una familia, para vacacionar y divertirnos, pero nunca nos preparamos para morir, porque regularmente creemos que tendremos una larga vida, no obstante, la muerte es democrática, no respeta a nadie, muere el rico, el pobre, el libre o esclavo, los niños y ancianos, así que todos por igual un día moriremos. La carta a Santiago 4:13-14 nos recuerda lo vulnerable que somos: ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana.

Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. El Señor Jesucristo nos advirtió que no hiciéramos tesoros en la tierra, sino en el cielo, donde la palia y el orín no corrompen (Mateo 6:19-34), de manera que ahora que estamos vivos debemos de dar buenos frutos, buscar el hacer en bien y desarrollar una relación personal con el creador. Recordemos una vez más la historia de joven rico que busco a Jesús para preguntarle sobre la vida eterna.

En el Evangelio de Marcos 10:17-22 dice así: Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. Él entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo:

Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Así que el único que tiene poder sobre la vida y la muerte es el Señor Jesucristo ¡Ahora en vida búscalo!