El artículo 150 de la Constitución establece la estructura del Órgano Ejecutivo por ser el encargado de la administración del Estado, y a la vez institucionaliza el Gobierno, y menciona los cargos que integran el Órgano Ejecutivo. Destaca el cargo del Presidente de la República y Vicepresidente de la República. El Presidente es el representante político del Estado y tiene a su cargo la administración y la dirección política del Estado. Estos funcionarios que señala el anterior articulo son los que tienen la calidad de gobernantes, porque ejercen la acción de gobernar, pero además ejercen el poder político, que en el contexto nacional construye una armónica estructura de acumulación de poder institucional buscando el sentido del poder que se oficializa en el cargo político en sí mismo, y que se controla en el mismo instante en que se cumplen las reglas no escritas del poder construyendo el paso a los funcionarios.

En el escenario político en ocasiones no se logran los objetivos estratégicos derivados de un plan de nación, entonces los gobernantes en algún momento político son prisioneros de los secretos del poder, y es ahí en donde se requiere una visión interpretativa de como desplazarse con solidez y astucia en los laberintos del poder, así como el poder político gira sobre la sabiduría de los gobernantes. La clase dominante se caracteriza por ser un grupo especifico con una posición privilegiada, con capacidad de influir y controlar aspectos políticos, económicos, sociales y culturales con el objetivo estratégico de ejercer un control real y efectivo del Estado.

La posición social, la tradición familiar, y características propias que determinan y condicionan su clase y situación social, lo cual genera relaciones con el mercado y el Estado en función de defensa de sus intereses económicos, y estos incluyen a los intereses políticos, celebrando alianzas estratégicas legitimas o ilegitimas para controlar la gestión pública que son claves del poder y preservación de sus intereses como clase dominante.

Para entender la dinámica de estas ecuaciones de poder, hay que descomponer las piezas que funcionan al interior del Estado y en la sociedad, la ecuación del poder está compuesta por el poder de La Clase Dominante sobre los Gobernantes es igual a la dependencia de los Gobernantes hacia la Clase Dominante, en los términos políticos, sociales y económicos.

Una de las características tradicionales de la clase dominante, es que maneja los medios de producción, y que además ejercen una fuerte influencia sobre el mercado laboral y el consumo, es decir, que el eje trasversal es el capital económico que ha acumulado la clase dominante, que incluyen propiedades, financieros, tecnológicos, el aparato ideológico a través de los medios de comunicación radiales y televisivos, que los hacen una clase influyente en la ideología de los ciudadanos. las negaciones políticas son un mecanismo estratégico que en ocasiones se celebra de forma secreta, para lograr acuerdos y entendimientos y de esta manera asegurar que sus intereses están alineados con los intereses de los gobernantes, obteniendo un beneficio la nación, porque a la vez se logra la gobernabilidad a donde surgen ideas fuertes para ejercer el poder a través del Estado por el conocimiento técnico de la estructura y los procedimientos del Estado, y obteniendo beneficio tanto la clase gobernante como dominante, para la configuración de los poderes locales, y se gana credibilidad y legitimidad, y más que todo la confianza de la población. Esta combinación de intereses de la clase gobernante y de la clase dominante, es una consecuencia inevitable para vivir en armonía social, conservar la paz y mantener la seguridad interna.

Hay que tomar en consideración que en la dinámica del poder los espacios son dispersos, y que la clase dominante tiene variados y diversos intereses, porque está formada por diferentes grupos que se dedican a diferentes ramas de la producción, lo cual genera un sistema de interacciones que les asegure el control del Estado, y por otra parte extender su privilegio como grupo de poder. La clase gobernante debe fortalecer las instituciones del Estado, para que les garantice una solidez en el ejercicio del poder, es decir, para que no se configure la fragilidad institucional y se puedan cumplir a cabalidad los objetivos estratégicos del Estado y poder gestionar las políticas publicas cuando sea necesario y conveniente, cumpliendo la función constitucional. El Estado es el guardián y generador del interés común, y el interés público tiene primacía sobre el interés privado, Art. 246 inc. 2 CN.