“Esta tarde hemos recibido la orden de paralización de las obras (stop work order). Estamos trabajando con la dirección para determinar los próximos pasos y los requisitos específicos del proyecto. Por ahora, me gustaría compartir la información que tenemos.” Así comenzaba la comunicación electrónica de la directora del proyecto multinacional de salud pública financiado con fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en ingles). Aquellos que recibimos dicha comunicación sabíamos que, a partir de ahora, TODO el trabajo debe detenerse.

Eso significaba que no podíamos participar en ninguna reunión o evento relacionada con el proyecto, ninguna discusión con las misiones de país del USAID o el gobierno del país donde se ejecutaban acciones. Adicionalmente, no se permite viajar con fondos del gobierno de los EE. UU., excepto para regresar a casa si ya se estaba de viaje. De la noche a la mañana el mundo del trabajo de salud pública internacional había cambiado. Entrabamos en un mundo de confusión, incertidumbre, miedo para muchos de perder sus trabajos. Para muchos colegas, sus vidas ahora eran dominadas por tonos fríos verdes y azules, melancólicos y sombríos. Si, todavía reinaba el invierno en la nación del norte, y sus días proponían una monotonía gris.

La nueva administración, que había tomado posesión una semana antes, no había perdido el tiempo en implementar sus amenazas de un cambio revolucionario, de una “Nueva América” más grande y más fuerte que nunca. Y esa tromba magnánima y poderosa engullía todo a su paso, comunicaciones, data, contrataciones, itinerarios de viaje, todo lo pertinente al trabajo internacional fue afectado. Un alto consejero federal me dijo: «Bienvenido al partido fuera de casa». En otras palabras, el panorama ha cambiado: estamos en un campo de juego diferente, con árbitros diferentes. La conmoción, la agresividad y la rapidez parecen ser tácticas estratégicas sólo hipermotivadas por un historial de cuestionamiento del papel de la ciencia y la salud pública.

La gran pregunta es... ¿por qué?
Con cada administración cambiante es normal que se produzca un periodo de transición, donde los nuevos lideres, muchas veces tienen vacíos de conocimientos sobre el rol y responsabilidades de algunas agencias gubernamentales. En ciertas ocasiones no se han nombrado los lideres actuales de estas agencias y por ello decisiones importantes, cambios de políticas y de rumbo muchas veces se dilatan. Sin embargo, otros movimientos importantes y deliberados podrían estar insertados en un cambio de valores. Es fácil asumir, en base a la experiencia con la primera administración de Trump, que, si estamos en un nuevo juego, y que las reglas fundamentales del juego son totalmente diferentes. Por ello, la mayoría de los salubristas en todo el mundo, estamos confundidos. Pero hoy más que nunca no tenemos que desesperar, hay que llenarnos de paciencia y comenzar a comprender las nuevas reglas y así poder jugar nuestros partidos importantes. Según la nueva administración, durante 90 días, todos y cada uno de los proyectos financiados por el USAID será revisado. Algunos continuarán, otros serán finalizados.

¿Qué proyectos podrían verse afectados?
Congelamiento de Fondos: La administración Trump ha congelado casi todos los fondos para programas de ayuda en el exterior, incluidos aquellos gestionados por USAID, con algunas excepciones como la asistencia alimentaria de emergencia. Esto podría impactar proyectos de salud pública que dependen de estos fondos.

Programas Regionales: El Programa Regional de USAID para Centroamérica y México apoya varios objetivos de salud pública, pero no se ha anunciado específicamente que estos programas estén en riesgo de terminación. Sin embargo, cualquier cambio en la política de ayuda exterior podría influir en su financiamiento futuro. Respuesta Sostenible al VIH en Centroamérica, que incluye a El Salvador, podría también verse afectado.

Proyectos en Guatemala: En Guatemala, proyectos de salud como "Promoviendo resultados a través de políticas y palancas económicas (PROPEL) salud" y "Traduciendo Datos Para Implementación" están congelados temporalmente debido a la revisión de objetivos políticos.

El Salvador: USAID colabora con el Ministerio de Salud de El Salvador en varios proyectos, incluyendo el apoyo a la Agenda Nacional de Seguridad Sanitaria. Cualquier reevaluación de la ayuda podría afectar estos esfuerzos. Así también los programas de salud materno-infantil, donde históricamente el USAID ha destinado fondos significativos a reducir la mortalidad infantil y materna en El Salvador.

La reevaluación de la ayuda exterior es un hecho. Al momento no existe información suficiente que nos guie sobre las nuevas políticas de ayuda en el campo de la salud pública. Tampoco sabemos si esta área realmente será una prioridad para la nueva administración. Como decía Tácito: pero... ¿quién piensa en eso? Tú, espera. Sé paciente y trabaja, es decir, sonríe y juega.»