“Nos encontramos hoy día con la crisis epidemiológica más terrible, compleja y letal de nuestros tiempos…lo cierto es que sea como sea, la única forma en que podemos salir delante de esta hecatombe de salud, que a la vez tiene también características de hecatombe social, es a partir de la unificación de esfuerzos y acciones para hacer lo pertinente para salvaguardar el más fundamental de los valores: el de la vida. En el entendido que tenemos nuestras diferencias políticas, que nos encontramos en la disputa acre del poder y aceptando que tenemos hasta la intención de eliminarnos políticamente, más allá de esa franqueza de realidad, pongamos de lado esas diferencias y unifiquemos esfuerzos, ya habrá tiempo y fuerzas para seguir adelante con la lucha, tengan seguro que así será, pero hoy por hoy la ecuación es simple: O unificamos esfuerzos para salir vistoriosos de esta pandemia o nos morimos buena parte de nosotros…”.
Así terminaba mi artículo en cuestión, llamando en forma franca, sincera, honesta y hasta social y políticamente pragmática, a todos los actres políticos del país a deponer actitudes confrontativas y mezquinas para intentar sacar provecho político en estos momentos, y aunar esfuerzos para salir de la mejor forma de esta catástrofe de salud. No me imaginaba que cuando dicho artículo se estaba publicando, los opositores políticos y grupos de poder económico detrás de muchos de ellos, se encontraban conspirando y planificando la forma de boicotear la operación logística que estaba por implementarse a partir del pasado Lunes 30 de Marzo, por la cual el gobierno del Presidente Bukele se aprestaba a transferir a cerca de un millón y medio de hogares salvadoreños, un subsidio de $300 para poder ayudarles a paliar de alguna manera las pérdidas que por el paro económico que ha implicado la cuarentena -especialmente para los comerciantes informales y cuentapropistas- y de esa manera poder comprar lo básico para subsistir. Jamás me lo imaginé y quizá pequé de ingenuo frente a una clase política que inscluso ha estado dispuesta en el pasado a pactar con criminales pandilleros en su afán de lograr poder político.
¿Qué podía esperarse de ARENA y del FMLN en esta ocasión?, y lo que me pareció más retorcido, casi surrealista es que el siguiente día de la gran conspiración, adonde mandaron y acarrearon gente a la que le pagaron y mintieron sobre la entrega del bono mencionado, y agitadores profesionales infiltrados, muchos de los cuales aparecieron teniendo nexos con pandillas -ellos saben bien de pactar con pandillas-, aparece un grupo de Diputados de ARENA y del frente -que se encuentran en un nefasto pacto de supervivencia-, con fotos y todo contra el gobierno, señalando que había sido un completo fracaso la logística de entrega del bono el día Lunes, aún y a sabiendas del complt para boicotearlo que montaron. Hay prueba irrefutable de ello, y Dios mediante un día se sabrá toda la verdad sobre esto y se deducirán responsabilidades, incluso penales.
Pero lo más indignante de todo fue ver al Diputado Norman Quijano en dicha conferencia, con una sonrisa burlesca, con aires de satisfacción de lo que había pasado, me imagino que porque cree que por la emergencia nacional va a salir bien librado del antejuicio por pactar con criminales. Vergüenza le debería de dar siquiera dar la cara y menos para acuerpar la despotricada de los mismos de siempre contra la ayuda que esta tratando el gobierno de llevarle a los más necesitados. Son viles y ruines, en vez de estar intentando ayudar al gobierno para salir de esta crisis, andan viendo como buitres la menor señal de errores -que el Presidente advirtió que los habrían dada la descomunal pandemia- para sacar raja política de ello. Hay que ser bien desalmado para estar en estos momentos de parte de quienes anteponen el dinero a la vida y la salud y no de parte de la inmensa mayoría de la población que está pasando aflicción por la cuarentena. Hoy día el gobierno tiene que luchar contra dos frentes de batalla: contra la crisis de la pandemia de coronavirus y contra los que luchan contra el que lucha contra la pandemia, esperando que las cosas le salgan mal. ¡Así de mezquina y miserable es esa rancia partidocracia que son el FMLN y ARENA! Pero lo pagarán, se los prometo, en su momento y electoralmente lo pagarán y caro…
