El control social es uno de los campos u objetos de estudio de la criminología, existe en este momento toda una especialidad en el mundo para aplicar el método científico al análisis, investigación y propuestas para las naciones sobre el control social. Lo podemos definir como el conjunto de instituciones, estrategias, y sanciones sociales que persiguen que los ciudadanos actúen de conformidad con las normas establecidas, partiendo que en toda sociedad existen dos clases de controles sociales: el control social informal y el control social formal.

En el informal que nos ocupa en esta oportunidad permítame exponerle que tenemos la familia como la principal entidad, estos principios, valores, son los encargados de guiar al individuo, de enseñarle las normas sociales, a través de un proceso que inicia en la familia, con el modelaje de sus padres, continúa, en la escuela o los medios de comunicación, la iglesia, la comunidad. Tras todo este proceso, el individuo interioriza todo lo aprendido y encamina su vida. No son leyes escritas, pero permiten el desarrollo en una sociedad.
La semana anterior se hicieron virales las noticias sobre detenciones de estudiantes de centros escolares involucrados en pandillas, en particular la mara salvatrucha 13, que intentan restructurar y recomponer cliclas a nivel nacional y tratan de reclutar en los centros educativos, otros desarrollan actos de violencia, manifestaciones y expresiones que intentan sembrar terror y miedo en estudiantes y maestros, en estos intentos encuentran oposición de adolescentes y jóvenes que quieren aprovechar las oportunidades para estudiar y poner en práctica valores para la vida, y otros quieren resolver con violencia y peleas escandalosas que se graban y se suben a redes sociales.

Ahora disponemos de un gabinete de seguridad que tiene clara y como prioridad la pacificación de El Salvador, a pesar de más de 80,000 capturas en los últimos 26 meses aún existen muchos pandilleros que intentan escapar de la justicia, pero existen hijos de pandilleros, nietos, sobrinos, vecinos y adolescentes en general y otros ya mayores de 18 años que quieren aprovecharse y continuar ese camino que vieron, replicaron y ahora imitan.

Nuestra Policía Nacional Civil (PNC) dispone del equipamiento, tecnología, software, inteligencia, contra inteligencia y toda la modernización de la estrategia del Plan Control Territorial, pero sobre todo lo anterior del gran talento humano con experiencia y especialidades que, combinadas con el deseo de servir y proteger, mantienen supervisión e inspección a nivel nacional en los centros educativos a nivel nacional por lo que han sido detenidos, y procesados por desórdenes públicos y a la espera que se conozcan peritajes si no existen daños y lesiones, amenazas, y posibles estructuras de agrupaciones ilícitas.

La familia es la base fundamental de la sociedad salvadoreña, una familia que en ocasiones esta desintegrada, o pueden vivir bajo el mismo techo sin un concepto y modelaje de familia. Ante la ausencia de padres significativos las pandillas y otros actores delictivos y criminales les ofrecían que fueran parte de “la familia” de la pandilla criminal, y en la actualidad algunos actores delictivos y otros oportunistas tratarán de seducir, engañar, y atraer a los adolescentes y jóvenes ofreciéndoles un camino que ahora solo les puede conducir a la cárcel por la efectividad y actuación inmediata de la PNC o a la muerte por la misma estructura.

Doy gracias a Dios por nuestra PNC que ahora están en labores de prevención y de establecer el orden toda la República, se terminó la tolerancia de toda expresión de violencia. Seamos adultos significativos para nuestros hijos, nietos, sobrinos, vecinos y todo niño, niña, adolescente y juventud. No perdamos una nueva generación en manos de las pandillas o el crimen organizado.