Cuando se asiste al estadio a ver la Selección de fútbol se olvidan los problemas. Todo deporte ayuda a cambiar la actitud de un pueblo, el deporte une a un país. Con el deporte se hacen a un lado las diferencias, en especial la política. Cada vez que un deportista, no importando la disciplina, gana una medalla, nos sentimos patriotas y orgullosos. Yo nunca he sido deportista, eso sí, a mi edad trato de mantenerme bien físicamente.
¿Qué necesita un niño o joven para ser apoyado en el deporte? ¿Existen becas para todas las disciplinas deportivas? ¿Por qué razón al fútbol le dan más preponderancia? ¿Tienen el suficiente dinero las diferentes federaciones para apoyar a los deportistas o atletas? Las interrogantes son complejas contestarlas; ya que, en El Salvador no hay políticas públicas que logren desarrollar plenamente a los deportistas, el Instituto Nacional de los Deportes (INDES) realiza su trabajo; sin embargo, los deportistas no logran tener una vida digna o acorde a la realidad nacional. En otra ocasión mencioné a la exdeportista en marcha atlética y ganadora de medalla de oro en los Juegos Panamericanos, 2006, en Cristina López, no tenía dinero para sus alimentos. El entrenador le brindaba apoyo en los entrenamientos por ser de escasos recursos económicos. Muchos deportistas, por ser de escasos recursos económicos, cierran ciclos por falta de apoyo.
Parafraseando a la Fundación Educando a un Salvadoreño FESA, ha logrado impactar a muchos jóvenes para que utilicen el deporte, para que sirva de entretenimiento, el deporte los aleja de los vicios, las drogas y por ende, de las pandillas. En ese lugar forman de manera integral a muchos jóvenes. Lo idóneo es ver a un deportista becado y con un sueldo con el que pueda vivir dignamente.
Recientemente Marcelo Arévalo y Alfa Karina Arrué han escrito páginas en el deporte salvadoreño. Ellos han logrado llegar a tener resultados excelentes gracias su sacrificio y perseverancia. Ellos, igual que otros deportistas, han recibido apoyo del Gobierno y la empresa privada.
Lo que sucedió en Sudáfrica cuando en 1995 el equipo de Rugby ganó la Copa mundial, el presidente Nelson Mandela hizo cambiar la historia de ese país gracias al deporte. Mandela dijo “El deporte tiene el poder de cambiar el mundo”. Muchos deportistas han logrado, a través del deporte, cambiar hasta el destino de una nación.
Cuando se iza la bandera salvadoreña, el ganador y el público cantan el Himno Nacional, se llenan los ojos de lágrimas por la emoción. Cada vez que a un héroe deportivo le brindan la distinción de Hijo Meritísimo, es un aliciente para todos.
Es difícil en un artículo mencionar a cada atleta o deportista que ha dado gloria al país: Ana Mercedes Campos, Marcelo Acosta, Herbert Aceituno, Roberto Hernández, Eva María Dimas, Carlos Hernández, Jorge Jiménez, Cristina López, entre otros.
Le pregunté a Alfa Karina Arrué en su red social Facebook ¿Qué consejos le brinda a un deportista? “Primero tener fe y creer en sus capacidades, siempre ser disciplinado y perseverante, jamás rendirse, esa palabra no debe existir en su vocabulario. Estar seguro que el triunfo llegará, es un camino largo y lleno de obstáculos, pero si continúan llegarán a cumplir su sueño. No tomar alcohol, no desvelarse, entrenar todos los días, llevar una buena alimentación y saber escuchar al cuerpo para evitar lesiones”.
El deporte también ayuda a formar carácter y liderazgo. Que no se olvide que detrás de cada deporte, individual o en equipo, siempre hay un grupo de entrenadores, colaboradores que son parte de ese engranaje. Ojalá que se apoye más a los deportistas salvadoreños, no es grato, igual que un artista, terminen en la pobreza y sin gloria en sus vidas.