El doblez es la astucia en la manera de actuar, dando a entender lo contrario a lo que se piensa políticamente. La característica del maestro del doblez es la capacidad de ocultarse asimismo, no revelar nunca sus sentimientos personales siendo impulsivo, pero a la vez cauto, maneja a la vez la intimación y es hábil para aconsejar el movimiento de las piezas políticas, hacer alianza y buscar acercamientos con los opositores políticos.

En el ejercicio del poder hay que salvar cualquier hipótesis de amenazas a un gobierno, para ello si es necesario hay que recurrir al más fiel de sus enemigos para buscar su intervención en los asuntos en pugna y si después es necesario traicionarlo, el maestro del doblez si se puede encontrar en la posición de traicionarlo lo hace; de tal manera, que en las profundidades del poder hay una clave que contiene una regla no escrita la cual se puede enunciar: a quien hay que traicionar primero, pero en todo caso el maestro del doblez siempre usando su olfato político apuesta al ganador de las pugnas del poder pero siempre simulando que apoya a todos los bandos en contienda.

El maestro del doblez nunca se inmuta por nada, tiene mente fría, muy pocos escrúpulos, es un político que no tiene inconveniente para cambiar de opinión y defender causas opuestas y contradictorias puesto que cuenta con una eficiente capacidad de formación y experiencia política, y que además le rinden información calificada indispensable para saberse mover en los pasillos del poder. En los sótanos del poder donde las apariencias engañan, donde la realidad está ausente, a donde los intereses nacionales no existen porque los borra los intereses personales y en la obscuridad del poder se planifican las acciones políticas, y se crean atmósferas y espacios de poder para favorecer a determinados grupos.

El poder cada vez es más difícil de ejercer para dominar, regular y controlar a los ciudadanos quienes por la moderna tecnología tienen mayor capacidad de información y el juego de palabras se vuelven más peligrosas por los efectos políticos y las facturas correspondientes que se emiten para cobrar incumplimientos de promesas no cumplidas. El maestro del doblez es especialista en el arte de estar atrás de los políticos que toman decisiones en el orden jerárquico y niveles de poder que por falta de personalidad y de inteligencia emocional del funcionario se vuelve el cerebro de las operaciones políticas.

En el ejercicio del poder la ética está fuera de toda ecuación política, el maestro del doblez demuestra de esta manera ser un traidor nato y según opinión de políticos de vieja data la política es la moral de las circunstancias. Con la carta blanca, que posee a su favor el personaje político denominado el maestro del doblez cuando percibe amenaza en su contra, lo cual es natural, maneja la ironía, el desprecio, y el sarcasmo recurriendo además a la intriga salvando así su cabeza, por su propia astucia, hipocresía y la habilidad de adular.

El maestro del doblez es un personaje con visión política, habilidoso en imaginar futuros escenarios políticos y por anticipado va preparando sus movimientos del doblez, porque siempre esta maquinando para crecer y mantenerse en el cargo que desempeña, sabiendo aprovechar todas las oportunidades que se presenten para lograr sus objetivos estratégicos y de tal manera, poder sobrevivir a los acontecimientos más relevantes pero siempre conservando el estatus político más importante y que se le facilite obtener información calificada para poderse situar atrás de los enemigos, para saber cómo se mueven, que hacen , con quien se reúnen y en todo caso enfrentarse y así derrotarlos.

La vida política está envuelta en secretos y el maestro del doblez en sus actuaciones políticas va articulando los factores de poder, sin ser fiel a nadie y en el fondo solo cuenta sus intereses, pero justificando en forma artera sus actuaciones. La red de información y la capacidad de adelantarse a los diferentes escenarios, le da poder de negociar y además poder en la negociación para alcanzar acuerdos y entendimientos para transformar los conflictos, y en caso de ser necesario simular negociar, y así profundizar más el conflicto.