La pandemia influyó en la transformación de las estructuras del poder, se legisló a través de decretos ejecutivos que suspendieron actividades económicas, se liberó dinero público para atender la emergencia, el distanciamiento social, las cuarentenas, y vacunaciones masivas. De tal manera que el poder tuvo una penetración más física acerca de los ciudadanos, se volvió mas protector, y de manera especial se volvió mas delimitador del espacio físico.

Cambiaron algunas reglas del poder, el equilibrio de intereses y el sistema de control, la tecnología se ligó más a la administración pública y el Estado se volvió más paternalista. El liderazgo político se fortaleció a consecuencia de las disposiciones administrativas dictadas para el manejo de la emergencia nacional, manejada a través de la comunicación para que la política siguiera siendo capaz de tomar decisiones fundamentales sobre la salud de los ciudadanos.

Uno de los efectos del manejo de la pandemia, es que la administración de las personas superó a la administración de las cosas, también que hubo un nivel penetrante del intervencionismo del poder para salvaguardar la vida de las personas, y de esta manera el gobierno central sale bien evaluado por la ciudadanía por el manejo de la emergencia nacional. Lo cual intuye que la política es solo una pieza y que es un sistema de poder en movimiento porque todos los factores de la expresión nacional están vinculados, y que empujan las estructuras del Estado hacia su máxima expresión en la protección de los ciudadanos y en el cumplimiento de los fines del Estado señalados en la Constitución en concordancia con las atribuciones y competencias del jefe de gobierno.

En cada escenario se fortalece la legitimidad política dentro del régimen de la democracia, este es el nuevo orden de poder en una nueva etapa histórica a partir de la pandemia, que endureció al poder político, del que la clase política solo pudo echar mano en forma decisiva para hacer frente a la emergencia para contener el contagio, pero también la enorme dificultad de enfrentar al poder mismo.

El escenario pospandémico vislumbra nuevas formas de hacer las cosas de manera innovadora en los planos económicos, políticos y sociales buscando que nuestra sociedad sea más justa y menos problemática, y en sí un Estado menos frío con los ciudadanos más vulnerables, y es partir de la pandemia surge ese nuevo orden político que logra trazar una clara línea de demarcación política.

La expresión de la voluntad popular puede leerse que apoya a la administración del gobierno en su gestión y administración del ejercicio de la política en beneficio de una racionalidad en la conducción y aplicación de los recursos económicos, financieros y tecnológicos, sustentándose de esa manera la relación entre el Estado y los ciudadanos. la reconstrucción de un nuevo orden político según diferentes coordenadas podría no ser tan simple y sencillo después de todo, por los intereses que merodean al poder, y que a su vez inciden en las decisiones políticas, y que en algún momento se ponen de manera tajante en poner límites en la formulación de los múltiples escenarios de la política pospandémica.