La semana pasada se dio a conocer el denominado "Plan Maestro del Fútbol Salvadoreño 2025-2029" por parte del licenciado Yamil Bukele, virtual presidente de la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT) a partir del próximo 12 de diciembre del 2025 lo que ha generado grandes expectativas que van más allá de lo deportivo. Si bien la meta es clara, elevar el nivel competitivo de la Selecta y desarrollar talento nacional y de salvadoreños en el exterior, este plan estructurado en once ejes transversales merece una lectura desde la óptica de la seguridad y la criminología que son mis áreas de especialidad. Es en la integración social donde reside su verdadero potencial transformador.

El fútbol, en un país como El Salvador, no es solo un deporte; es un poderoso vehículo de tejido social. Un plan que promueva el desarrollo del deporte base en la juventud, como el que se propone, tiene un impacto directo en la prevención de la violencia. El documento presenta un plan estratégico integral diseñado para transformar y profesionalizar todo el ecosistema del balompié nacional. Este plan comienza con un diagnóstico exhaustivo que identifica las fortalezas internas, debilidades estructurales y amenazas externas que enfrenta actualmente el deporte en El Salvador, seguido de un análisis de las brechas (GAP) a cerrar.

La estrategia central se organiza en once Posiciones Estratégicas que cubren áreas críticas, desde la gobernanza institucional y financiera hasta el desarrollo del talento humano. Se prioriza la capacitación continua del personal, la modernización de la infraestructura física y tecnológica, y la aplicación de las ciencias aplicadas al deporte para mejorar el rendimiento. El objetivo fundamental es garantizar la sostenibilidad de las ligas y equipos y lograr el éxito competitivo de las selecciones nacionales en todas sus modalidades. Siendo en esencia, líneas estratégicas de seguridad ciudadana de bajo costo y altamente efectivas.

Cuando se invierte en infraestructura deportiva y se generan espacios de ocio estructurado, se están retirando jóvenes del espectro de riesgo social. Un niño con un balón en el pie es un niño menos propenso a empuñar otras cosas. La inclusión de valores, disciplina y trabajo en equipo subrayada en el plan es la mejor vacuna contra la desintegración familiar y la captación por parte de estructuras criminales. Lo cual puede completarse con inteligencia emocional, sentido común y habilidades para la vida.

Sin embargo, desde mi área de especialidad, es imperativo señalar que un plan tan ambicioso requiere una ejecución blindada. El eje de "Gobernanza Institucional" es el más delicado en mi punto de vista. Históricamente, las estructuras deportivas han sido vulnerables a la corrupción, actos arbitrarios, amiguismo, compadrazgo, comisiones por contrataciones, y al manejo discrecional de fondos, lo que desvirtúa cualquier esfuerzo de desarrollo. En el contexto de un plan maestro, la transparencia no es una opción; es un requisito de seguridad institucional para evitar que los recursos destinados al desarrollo sean desviados, perpetuando el ciclo de desconfianza y fracaso deportivo.

La apuesta por el desarrollo del fútbol base, que apunta a generar una cantera de talentos, necesita ir de la mano con protocolos de protección de la niñez y adolescencia. La Protección y Bienestar de los Actores debe incluir mecanismos robustos para prevenir el abuso, el acoso y la explotación, asegurando entornos seguros para las jóvenes promesas. El éxito del plan no solo se medirá en goles, sino en la capacidad de la FESFUT de convertirse en un modelo de gestión ética y responsable.

El Plan Maestro para el fútbol salvadoreño de Yamil Bukele es un mapa altamente ambicioso e innovador que, si se ejecuta y se articula estratégicamente con los programas de prevención social del Estado, puede trascender el campo de juego. El fútbol, como herramienta de desarrollo e inclusión, tiene la capacidad de ofrecer a miles de jóvenes una narrativa de vida alternativa al delito. Es una oportunidad histórica para que la FESFUT no solo gane partidos, sino que también contribuya a ganar la batalla por la seguridad y la reconstrucción del tejido social salvadoreño.

Licenciado Yamil Bukele de algo estoy seguro con la propuesta estratégica que ha ofrecido al país, se van a formar mejores ciudadanos, con principios, valores, con una identidad de lo que representa ser salvadoreño, jóvenes que aprovecharán las oportunidades de educación y formación integral, pero también se formarán buenos y excelentes jugadores desde las bases, y futuros referentes de selecciones nacionales y de nuestras ligas, le deseo el mayor de los éxitos y bendiciones. Y que la cosecha de esta nueva generación sea incontable y estoy seguro de que los goles también van a llegar. Usted pasará a la historia como el dirigente deportivo que estableció las bases de un modelo de administración deportiva con planificación estratégica.

*Por Ricardo Sosa, Doctor y máster en Criminología, Experto en seguridad de protocolos de fútbol