Un presidente debe de actuar estratégicamente para darle forma a los acontecimientos por los efectos políticos que los mismos generan. Asimismo, un presidente no debe de estar anclado al pasado, pero si debe de reflexionar sobre los asuntos políticos ocupando a la historia como un instrumento de apoyo para la toma de decisiones. El poder político no se transfiere, solo se delega, la razón de ser del poder político delegado de manera institucional debe estar fundamentado en los principios políticos que inspiran a la democracia, dichos principios políticos son referentes normativos que inspiran al poder político, tanto en lo que se refiere al poder del pueblo, como al poder institucionalizado.

La elección de la Asamblea Legislativa, que ratifica el cargo de designada a la presidencia de la República de Claudia Juana Rodríguez de Guevara, expresa la formulación del principio político de delegación que consolida el poder político como poder que brota de la partición activa de los ciudadanos, expresada como voluntad popular. Los principios políticos son subsumidos por la expresión practica de la política y la importancia de ellos se caracteriza por ser elementos sustanciales que rigen toda acción o institución política, para actuar en procesos legítimos fundamentados en el principio de legitimidad. Esa legitimidad política se ha puesto en practica cuando los diputados de la Honorable Asamblea Legislativa por medio de su voto nominal y publico procedieron a elegir a la designada a la presidencia.

El presidente constitucional no se despoja del poder, no entrega el poder, y sustentado en la concepción del poder político no es posible pensar que entregue el poder a otro, esto seria una idea equivocada de la esencia, del funcionamiento y de los efectos del poder, de lo contrario caería en un infantilismo político, que podría llegar a plantearse un problema de naturaleza política de grandes dimensiones, porque iría en contra de la voluntad popular que lo eligió presidente de la república, y contra todo principio de sustento político materiales, formales o de legitimidad y de factibilidad, que sirven para poner en práctica el punto de partida de la concepción hegemónica del poder político. Además, es una fuente soberana y su potencia, fuerza y vitalidad, expresada mediante el poder delegado, que es una institución indirecta, la cual se aplica al caso de la designada a la presidencia.

De lo contrario implicaría que cada ciudadano tomara parte en todas y cada una de las decisiones del Estado, y esto prácticamente es imposible, de tal manera que así surge la necesidad de la figura de poder delegado y se organiza la estructura institucional para llevar a cabo el mandato constitucional que en el presente caso es la implementación de una democracia indirecta de gobierno.

Cada movimiento político son un reflejo de una decisión, de tal manera que puede analizarse el sustento político de esa decisión, que es una combinación de análisis con pensamiento creativo para ser versátil, la toma de decisiones de aprender a calcular y maniobrar sin perder el objetivo estratégico de hacer los mejores movimientos, tomando en cuenta en lo que se quiere que suceda al país. Estar vinculado a las estructuras del poder favorece el dominio del estilo de maniobra y da por resultado definir una estrategia de y para actuar de forma silenciosa, de tal manera que provoca variaciones de las especulaciones que otros hacen de lo que va a ocurrir, pero el poder como símbolo de la política se considera complejo, por lo que hay que identificar el talento y el razonamiento estratégico y aprender de los movimientos de los políticos, que son símbolo detallado del accionar político.

No se puede negar que estamos presentes en nuevas maneras de hacer política, que el estilo y la forma de gobernar han cambiado radicalmente y también que los actores políticos describen un detallado análisis y más trascendentales jugadas, en calcular anticipadamente los movimientos propios y de los enemigos sobre puntos específicos. El ejercicio del legado del poder es una praxis democrática, la vocación y servicio son valores claves para hacer factible la representación, el poder originario de la sociedad instituye la voluntad popular del ejercicio del poder.