Los políticos se deben ceñir a las reglas escritas y no escritas para que su gestión en la administración del gobierno sea aceptable y que obtengan el apoyo ciudadano de haber adoptado el estilo de hacer política positivo, para todos los ciudadanos.

El político no debe dejarse seducir por los adversarios, ni por los que abanderan causas políticas que no sean las propias, tomando en consideración que ciertas circunstancias carecen de comprobación y todo queda a la intuición política, es por ello que es aconsejable que tomen sus decisiones aplicando las claves del poder, que es la mejor manera de entender el mismo, por que busca el equilibrio entre las figuras de mayor peso, con el objetivo de tener capacidad de inclinar la balanza en las cuestiones esenciales del Estado y al mismo tiempo, para mantener abierta todas las opciones políticas.

Los políticos se forman en la escuela de los duros golpes donde aprenden que a un gobierno le interesa más la estabilidad política que une el equilibrio de poderes como medio para regular las relaciones del Estado y los ciudadanos, puesto que el sistema del equilibrio del poder, limita que un poder domine a otro y también hay menos posibilidades que se genere conflicto. Visto lo anterior el ejercicio del poder siempre se plantea hipótesis de amenaza y cada político ve los peligros desde su propia perspectiva personal, más que de grupo, puesto que la cobija del Estado retira la protección a estos y en consecuencia toman mayor responsabilidad por su propia seguridad, como efecto político de tales circunstancias surgen contradicciones, por una parte, entre ellos y fragmentación de los políticos entre sí.

A medida que se consolida el poder político, van aflorando todo un conjunto de desafíos, pugnas, y problemas, entonces surge la necesidad de conciliar valores diferentes y experiencias históricas muy diversas, asimismo, surge el celo proselitista por el desempeño de diferentes roles dentro del Estado y emocionalmente por formar parte del partido político en el poder.

El político debe tener la habilidad de construir algo nuevo en la política a partir de tantas y diversas percepciones forjadas de una tradición política extraordinaria en forma coherente y con vitalidad. En la historia algunos políticos hay llegado a la cumbre del poder, gracias los desatinos de los opositores, que no construyeron en su momento los méritos propios para conservar el poder. El estudio del poder político no ofrece un manual de instrucciones que pueda aplicarse de manera automática; pero la historia enseña por analogía sobre las probables consecuencias que se derivan por situaciones comparables; sin embargo, cada generación de políticos deberá determinar por sí mismas las circunstancias que los hechos son equiparables, haciendo uso de un pensamiento político agudo, haciendo funcionar el sistema político, cualquiera que sea la realidad que está en constante adaptación a los matices del poder.

De tal manera que las lecciones del poder por su carácter excepcional, reciben en la práctica evaluar las relaciones de poder para determinar los limites del mismo, se requiere de una mezcla de experiencia y habilidad de un constante ajuste a las circunstancias. El equilibrio del poder debe ser calculable puesto que en la práctica ha demostrado ser extremadamente difícil evaluar con realismo; en estos casos políticos de gran experiencia recomiendan la implementación de las negociaciones de los diferentes grupos de interés que giran alrededor del Estado para lograr equilibrio y gobernabilidad.

El poder político es difícil de evaluar por la razón que es demasiado variado para poder tratarlo como guía fiable, hacia la consecución del orden político y tal como se ha dicho el equilibrio político funciona mejor mediante acuerdos y entendimientos para buscar los intereses nacionales; dicho lo anterior, se aplica el principio político: “que el poder político sin legitimidad provoca pruebas de fuerza; y la legitimidad sin poder político solo provoca actitudes inútiles”.

La figura del político es clave para entender el objetivo de la negociación política para bajar o subir las tensiones de la misma, el cual tiene una visión más clara de la alta política, es por ello que debe de contar con experiencia, cálculos, que busque razones estratégicas para orientar la búsqueda de los intereses nacionales y procurar márgenes de estabilidad.