Hablar en nombre del poder político y de como el poder domina, haciendo uso de maniobras que representan un conjunto de elementos y circunstancias que sirven para validar cualquier situación, es decir, lo que sucede como suma de hechos en un contexto determinado, todo dentro de un periodo histórico, las influencias sociales y factores que tienen influencia en el desarrollo histórico de los acontecimientos políticos, que por ende, inciden en el pensamiento y acciones de los ciudadanos.

Entretejer información procedente de fuentes coherentes de forma sintetizada coloca al actor político a controlar varias y diferentes perspectivas frente a los conflictos y activar reglas políticas no escritas, pero de obligatorio cumplimiento para definir la realidad. La política se define a sí misma, a partir del ejercicio del poder político; y por otra parte, el Estado en sentido práctico y pragmático es un factor de poder, aparece la legitimación como una representación justificativa del poder político.

Lo dicho queda ceñido, no se puede realizar el estudio del Estado, sin hacer referencia al poder, ni tampoco sin hablar de la política, también se agrega de forma complementaria las categorías políticas apuntadas. Lo que se llama legitimidad política, se presenta con carácter justificativo del poder al cual va ligado, esta legitimación tiene aplicación en el orden político, y además en la legitimidad en el ejercicio del poder.

La justificación del orden político se refiere a la existencia del Estado y la necesidad de orden jurídico-político como expresión de poder. Así las cosas, existe una legitimidad formal que contiene aspectos procedimentales relacionados a la forma de accesar al poder, relacionados con el ejercicio electoral en sí; y por otra parte, la legitimidad material que se refiere al ejercicio del poder tal cual es.

Es necesario mencionar que la legitimidad política es diferente a la legitimidad jurídica, en la presente exposición los temas son desarrollados desde el punto de vista eminentemente político; que representan la justificación del mismo poder político en términos de funcionalidad; a diferencia de la legitimidad material que contiene el reconocimiento del poder político por parte de los actores que lo ostentan, siguiendo el tono y sintonía de lo escrito, para mejor inteligencia del mismo.

Existen criterios para caracterizar un poder político legítimo. 1. El poder es legítimo si sus mandatos son acatados y obedecidos como obligatorios, lo cual significa que la eficacia prueba y justifica la legitimidad del poder. 2. Es el modo permanente de cómo se ejerce el poder político. 3. Surge en el contexto político el criterio de legalidad que es el poder regulado por la ley fundamental; es decir, vinculados al orden constitucional, fundamentado en reglas, principios y jurisprudencia constitucional.

El poder político se construye, organiza y controla por reglas que contienen ideas subyacentes sobre el poder mismo, impregnadas de experiencia y conocimiento que contienen los argumentos atingentes al ejercicio del poder. El poder codifica y descifra datos, mensajes, sucesos y asuntos políticos de relevancia primaria, en cuanto a la incidencia de su funcionamiento, lo que implica las ideas subyacentes para entender cómo opera, y se concretan a través de la realización, por lo que es necesario prestar atención de donde emanan las ideas, a quien van dirigidas y cuales tienen la categoría de relevantes.

Es cuestión clave entender cómo opera el poder en estos contextos para controlarlo dentro del proceso político nacional que es lo que se apunta y moldea para generar posiciones políticas que en ocasiones puedan ser aparentemente contradictorias, pero aplicándolas de manera conjunta, convergen y se convierten en apariencias de acuerdos objetivos. De esta manera surge la destreza para combinar las maneras de pensar y conjugar los intereses para negociar las contradicciones y lograr acuerdos negociados, en algunos casos en beneficio de los ciudadanos.

El poder no dicta las reglas, sino que es la autoridad y hay que saber jugar con las propias reglas, y el juego mismo. Lo que implica explicar y condicionar el funcionamiento, la dinámica del poder, y la complejidad en las diferentes versiones sobre los mismos hechos. ¿Porque unos mandan y otros obedecen? viene a mi mente lo que dicen políticos de viejo cuño; “del poder todos hablan, pero es para pocos”.