La verdad, no era posible escribir cualquier cosa, análisis, información nacional o internacional, sin que tratemos el tema de España y sus elecciones municipales y autonómicas, realizadas el pasado domingo. No fue una sorpresa el triunfo de las fuerzas políticas nacionales, tenidas como de derecha, término limitativo y fuera de contexto hoy en día, pero que nos ayuda a situarnos o identificar las otras de signo contrario.

En efecto el PP, Ciudadanos y Vox las tres principales agrupaciones partidistas contrarias a la izquierda “trasnochada” y desubicada del PSOE de Pedro Sánchez, Podemos de Pablo Iglesia (apodado anteriormente “el coletas”) e Irene Montero, Ministra de la Igualdad, y otras menores regionales, como Más Madrid recibieron una contundente derrota electoral y ciudadana.

Se cansó, España se cansó de tanto despropósito espiritual, de torcer la historia, de tocar lo más íntimo de la psiquis individual y nacional. No de la evolución natural de las ideas, posturas políticas, formalidades tenidas como adecuadas. Se cansó de los Pablo Iglesias, los Pedro Sánchez, las Irene Montero, las Calou y demás ejemplares del inframundo humano !¡Vaya usted a saber por cuál razón familiar, infantil o juvenil sufridas y no superadas!

Intentaron por todos los medios trastocar la historia, con sus horrores, errores, bondades, aciertos y grandezas, pero la historia de una nación que ha dejado huella en la humanidad, hasta en estas letras compartidas junto a un sentimiento de pertenencia a esa historia, a esos aciertos y fracasos, a sus pasiones, costumbres y cantos. Todos somos Garcia Lorca, Cervantes, Manolete, Alfonso el Sabio, Raphael, El Cid Campeador, Diego el Cigala, Marañón, Lola Flores y hasta Felipe González; escribimos con las mismas letras, ideas con las que escribió Unamuno y Rubén Dario, Borges, García Marquez, Sergio Ramírez, Roque Dalton y Claudia Lars.

Pero no, “ellos” le cambiaron el nombre hasta a las calles, sacaron cadáveres de sus sus tumbas, cambiaron a los Reyes Magos por payasos y se inventaron sus sexos, toda una galería casi imposible de determinar o limitar de ellos, ellas, elles, semi elles, semi ella, semi trans; sacaron a las calle con su ley de “si es sí” a más de 400 agresores sexuales, enjuiciados y encarcelados por abusadores, violadores y pedófilos. Se unieron al proyecto y complicidad del chavismo venezolano, hoy representado por un presidente enjuiciado en la Corte Penal Internacional.

Eso de ella, el y elle, fue lo que le dio el título a este escrito originado en un meme que circula en las redes, que se le atribuye a la heroína Díaz Ayuso, la que venció al dragón: “Rojillos, estáis jodidos, jodidas, jodides”

Estos cinco años de Pedro Sánchez fueron más tormentosos, degradantes y traumáticos que los de Zapatero.

Por todo esa acumulación de estrés nacional, el pasado 28 de mayo, electorado español masivamente salió votar por la razón, la paz, la sindéresis gubernamental, el futuro. Y votaron. Solo cuatro de las 12 Comunidades Autónomas obtuvieron para sí, perdieron nueve que tradicionalmente controlaba el Psoe (Felipe Gonzáles debe estar, como en efecto lo está, apesadumbrado), entre ellas Andalucía, territorio socialista desde que Felipe González, andaluz él, gobernaba desde la muerte de Franco y el advenimiento de la democracia. Y en Madrid, Isabel Díaz Ayuso del Partido Popular, la verdadera heroína de esta justa, actual Presidenta de la Comunidad de Madrid, el PP ganó en forma absoluta, e hizo desaparecer el panorama político madrileño al Podemos de Pablo Iglesias y su proyecto de destrucción histórica y cultural, muy amigos ellos, del desaparecido FMLN en El Salvador.

Cambia el panorama europeo, cambia el panorama Hispanoamericano. Poco a poco, pasito a pasito, se retoma el candil de la democracia como forma societaria de convivencia republicana, la libertad, el estado de derecho. Claro, evolucionada, dejando atrás lo “políticamente correcto”, gobernando para la ciudadanía, rompiendo clanes, carteles económicos, remozando la democracia liberal por la democracia incluyente, solidaria, participativa.

Que lo sucedido en España, Chile, El Salvador, Paraguay, Uruguay, Ucrania en su resistencia invencible por el pasado, sea el presagio de un mundo que se avecina entre la Inteligencia Artificial y la razón humana signada por libertad y la responsabilidad.