Las tecnologías han venido a mejorar la calidad de vida de los seres humanos, ya que han simplificado las tareas diarias, pero también han venido a destruir familias, dado que los videos juegos violentos, la pornografía y las redes sociales están contribuyendo para que millones de personas alrededor del mundo sean adictos de los dispositivos móviles, lo cual afecta el rendimiento académico, desordena la familia, destruye el vinculo entre padres e hijos, limita la interacción humana y las redes sociales nos vuelve esclavo de los likes, es decir que enfrentamos una epidemia tecnológica que nos está embruteciendo.
Por otra parte, ahora cualquier persona con un dispositivo móvil es su mano, realiza grabaciones de todo tipo, lo cual esta bien para inmortalizar algunos momentos sociales, familiares o laborales. Pero el asunto es que esa fiebre por grabar se está saliendo de las manos, debido a que hay algunos ciudadanos que ignoran lo que dice la Lay Contra los Delitos Informáticos y Conexos, que establece ciertas restricciones en la República de El Salvador, por ejemplo, hay personas que quieren grabar algún incidente que se suscita producto de un accidente de tránsito o algún altercado, y luego publican ese video.
Resulta que esa conducta de subir un video a las redes sociales con el objeto de denunciar un asunto que a criterio del que graba, señala que le están ocasionado alguna lesión a sus derechos, pero no tiene el consentimiento de la persona que está siendo gravada, puede concluir con una denuncia en su contra, dado que se configura el delito de “Revelación Indebida de Datos o Información de Carácter Personal” (Art 26) Establece: El que sin el consentimiento del titular de la información de carácter privado y personal revele, difunda o ceda en todo o en parte, dicha información o datos a los que se refiere el presente artículo. Sean éstos en imágenes, video, texto, audio u otros, obtenidos por alguno de los medios indicados en los artículos precedentes, será sancionado con prisión de tres a cinco años.
Y para que la denuncia sea efectiva basta con acudir a la Policía Nacional Civil (PNC), a la Unidad de Cibercrimen, que es la encargada de investigar los delitos informáticos, para ello hay que recolectar la mayor información posible del victimario, si la tienes. Por ejemplo: nombre y dirección. También se puede realizar la denuncia en la Fiscalía General de la República, con el fin de sentar precedente, frente a personas acosadoras.
Ahora bien, si no tienes la información del victimario o pruebas en dispositivos electrónicos, no te preocupes porque la Fiscalía se encargará de hacer los vaciados informáticos y de la investigación. Y una vez verificada que la evidencia comprueba un delito informático, se buscaría al perpetrador y sin duda será sentado en el banquillo de los acusados. En este contexto se debe entender que los ciudadanos pueden tener derecho de documentar algún hecho delictivo mediante la grabación, con el objetivo de presentar alguna denuncia, pero lo que no pueden hacer es publicar ese video de forma discrecional en las redes sociales.
Recordemos que para eso hay leyes, jueces, fiscales y policías, que hacen valer el derecho de los ciudadanos, pero no podemos andar por ahí queriendo tomar la justicia por nuestra propia mano. Usted puede tener la razón en algún altercado que se tenga en la villa publica, lo que no puede hacer es publicar de forma discrecional una grabación, porque las demás personas tienen derecho a que se les respete su intimidad, integridad y honor. Por lo tato, si un ciudadano considera que su vida e integridad personal esta en peligro, puede grabar algún hecho delictivo en su contra o en un su patrimonio e ir inmediatamente con ese video a interponer la denuncia a la PNC, ya que no es prudente tomar la justicia por nuestras propias manos.
Un ejemplo de una violación a la “Revelación Indebida de Datos o Información de Carácter Personal” la vimos con el caso de la economista Marta Evelyn, que fue acosada por una persona que la grabó sin su consentimiento, lo mismo ocurrió con el gerente de Pollo Campestre (Antonio Díaz), que fue grabado sin su consentimiento, en la que un ciudadano los humilló, denigró y atentó contra el honor esta persona. Indudablemente estas personas que hicieron las grabaciones sin el consentimiento de las víctimas, pueden enfrentar la justicia por esa acción ilegal.