La persona a medida que avanza en el camino de la vida va adquiriendo conocimiento y experiencia, de tal manera se da cuenta de las aptitudes y de las características como persona que lo definen y lo diferencian de otros. La imaginación vuela y hace conexiones con la realidad y se da cuenta que tiene habilidades para desempeñarse en el campo de la política y poder acceder al poder, contra viento y marea, y como consecuencia de ello desarrolla también la destreza de un buen negociador y de esta manera forja su propio destino.

Ante tal situación profundiza su pensamiento político que lo va forjando en la forma de operar, creando vínculos, nexos y socios para entrar a la esfera del poder. Aprende a actuar con cabeza fría y el corazón ardiente, aprende a no aceptar intromisiones, a descubrir sospechas de conspiraciones en su contra y de las personas en su entorno, y poco a poco va adquiriendo la calidad de político por antonomasia, busca apoyos y consejos en políticos que aparentemente están quemados y que están fuera de la jugada, pero que en realidad no es así, porque siempre son tomados en cuenta en las decisiones por los intereses que representan de amigos, familiares e incluso clientes.

En política el pasado tiene su significado, porque en el poder hay de todo y para todos, así se expresan políticos de larga data, que aunque se tenga la soga que aprete el cuello, siempre hay salida para transformar cualquier clase de conflicto a través de la negociación, para buscar acuerdos y entendimientos, tomando en cuenta que en el fragor de la política hay circunstancias parecidas y a la vez diferentes, en razón que la coyuntura es cambiante porque los intereses que están en juego contienen formulas de negociación no iguales, aunque si parecidas.

La historia encumbra a un político, pero también lo puede colocar en una posición desfavorable por la secuencia de los hechos escondidos de evidentes intereses que giran alrededor de las decisiones políticas que no están a favor de las grandes mayorías y no cumplir con los objetivos nacionales permanentes. De tal manera que las jugadas políticas se hacen para obtener apoyo significativo y trascendente de la población, hay ocasiones en que las jugadas se voltean y se puede caer en una trampa porque se desubican y el político pierde la confianza de los ciudadanos, es una habilidad el manejo de las argucias para darle vuelta de gato a cualquier situación que se oponga al ejercicio del poder. las criticas políticas pueden estar confundidas y en consecuencia, la mayor parte de análisis políticos pueden estar errados en su contenido, por la interpretación equivocada que se hacen de las mismas.

El poder político es enigmático, los indicios son datos y señales encubiertos que pretenden explicar los acontecimientos que están sucediendo y de manera rigurosa, que las versiones admitidas circulan abiertamente, dado que el carácter encubierto de los indicios en que se basan los análisis políticos son refractarios de argumentos que mueven la opinión basados en el azar y la casualidad; sin embargo, no hay que descartar la teoría del rumor que circula en toda sociedad, y que es compartida por muchos sujetos y que va adquiriendo poco a poco veracidad, y en la cual no es posible identificar al autor o autores de los rumores, puesto que se trata de un decir popular que cualquier persona puede transmitir; y de tal manera, se va rompiendo el enramado de las reglas del poder.

En la política el manejo del pretexto es una habilidad, es decir; buscar el motivo, saberlo manejar en los diferentes escenarios hasta llegar al final, en consecuencia, la manipulación puede ser muy alta, pero la información muy baja en los sujetos políticos que mueven principalmente las razones del poder y control sobre la sociedad, a través de las redes de influencia que se manejan de manera hermética en los sótanos del poder. Es de especial significación en temas como el presente, que los políticos posean inteligencia, personalidad, capacidad de mando y organización para contar con una figura de peso político lo cual genera prestigio, expresión de respeto y de seguridad de los mismos frente a los ciudadanos. Usar el poder según las circunstancias.