La clase política hondureña tiene una tendencia a destruir el país que debería ser ejemplo para el mundo de lo que no se debe hacer. Para mí, Honduras es un misterio, aunque en realidad toda Latinoamérica lo es. Estos vastos territorios de inconmensurable riqueza gobernados -décadas tras décadas- por incompetentes que mantienen en el rezago a los países, no es normal. Es patológico.

Gobernantes, de izquierda o de derecha, conscientes de las necesidades y las soluciones, solo llegan a servirse con la cuchara grande. Y cuando son de izquierda, son aún peor: corruptos como ningunos otros, causantes de miseria, arbitrarios, autoritarios, demagogos sin idea de cómo generar riqueza.

Teniendo en cuenta este contexto regional depresivo, de constante retraso y estancamiento, en cuanto a Honduras, que sea el país más pobre es reprochable. ¿Cómo se puede estar en los últimos lugares de una región de por sí tan inestable? Es demasiado. Es como ser el último equipo en la tabla de posiciones de la liga de fútbol de Ruanda, la peor liga del planeta.

Ojo, quiero ser muy claro. Mi crítica es contra la clase dirigencial que incluye políticos, empresarios y sindicalistas, no contra el pueblo. Tengo 16 años de vivir acá y sigo impresionado de su enorme riqueza y su gente acogedora, leal y trabajadora. La culpa del retraso es de los que tienen las riendas en sus manos.

El año pasado, llegó al poder el partido Libertad y Refundación (Libre), de izquierda atolondrada que llena los requisitos arriba apuntados, partido propiedad –literalmente- del defenestrado José Manuel “Mel” Zelaya Rosales.

Los votantes no le dieron ni la mayoría simple en el Congreso Nacional, pero están empecinados en tomar decisiones de forma unilateral poniendo diputados suplentes a su antojo y creando comisiones ad hoc para legislar. Incluso, decretos que no han sido aprobados los mandan a publicar en La Gaceta Oficial. Es un bacanal.

El desorden y la ilegalidad vienen desde el inicio cuando juramentaron al diputado Luis Redondo (uno de los personajes más traidores de la historia política del país), para la presidencia del Poder Legislativo y conformaron la Junta Directiva de forma totalmente ilegal, sin seguir el procedimiento que manda la Constitución y, acto seguido, aprobaron una amnistía supuestamente para liberar a presos políticos, pero también liberaron a condenados por actos de corrupción, compinches leales a Mel.

Han sacado dinero de las reservas internacionales del Banco Central para gastos corrientes, que es tan tonto como pagar los víveres de la familia con tarjeta de crédito...sin abonar al saldo.

Sus ministros dan la impresión de no trabajar en lo suyo. Jóvenes que anduvieron quemando llantas, cerrando calles, incluso uno que prendió fuego al portón de entrada de la Embajada de los EE. UU., y todavía se tomó una selfie, ahora es ministro de recaudación de impuestos, sin tener los conocimientos ni la experiencia. Esos son a los que han premiado con tan altos cargos. Todos súbditos fieles de Mel, incompetentes y llenos de odio, que pasan publicando en X más de lo que trabajan.

Es extenso todo lo que hay que hablar sobre la hermana República de Honduras, pero el motivo de este artículo es comentarles lo que ha sucedido estas últimas semanas.

Hace un par de meses concluyó el período de funciones del fiscal general y el adjunto. La Junta Proponente, que realiza todo el proceso de inscripción, estudio y selección de candidatos, envió al Congreso Nacional, con suficiente tiempo de anticipación, los cinco abogados que superaron todas las pruebas para que los diputados realizaran la votación. La oposición, que tiene 80 diputados (contra 45 de Libre) puja por una pareja, y el partido de gobierno por otra. Pero nadie alcanza la mayoría calificada.

Se les ocurrió a los diputados de Libre inventarse la figura de una comisión permanente que, con nueve diputados nombró “interinamente” a los fiscales quienes, como es ya la norma, son afines a Mel Zelaya. Una aberración jurídica tan despreciable como antidemocrática.

No tardaron mucho estos fiscales, supuestamente interinos, para empezar a descabezar jefaturas y sacar las primeras órdenes de capturas contra exfuncionarios del anterior partido de gobierno, el Partido Nacional. Por si fuera poco, un abogado salido del anonimato interpuso una denuncia contra los diputados y diputadas más visibles de la oposición.

Empieza el chavismo - orteguismo a tomar forma en el país con la misma velocidad en la que lo llevan hacia al abismo.