Hace algunas semanas se conoció del proyecto de una nueva ley de educación superior presentada en la Asamblea Legislativa por parte del Ministerio de Educación, ciencia y tecnología (MINEDUCYT) el documento tiene varios aspectos que no puedo agotar en una sola entrega, por lo que iré brindando mi opinión sobre los aspectos más relevantes desde mi experiencia con el objetivo de ilustrar desde mi práctica como docente en El Salvador y fuera de nuestras fronteras, en las áreas de criminología, criminalística, victimologia, medicina forense aplicada a la criminología y criminalística, ciencias forenses en general y las materias relacionados con seguridad nacional, pública, ciudadana, crimen organizado.

Apoyo totalmente la propuesta del MINEDUCYT por que tiene el objetivo de transformar el sistema educativo del nivel superior y de prepararnos como país para una renovación y desarrollar competencias en los estudiantes de pregrado, posgrado, maestrías y doctorados. Con relación a los estándares de formación que se pretende tengamos los docentes en El Salvador una vez aprobada y con los espacios que la ley permita para las adecuaciones, es oportuna, y se adapta a los requerimientos de América Latina, España y Portugal.

Al recibir las invitaciones de universidades del exterior se me consulta en el primer acercamiento mi nivel de formación especializada en maestría y doctorado, porque en mi caso no podría ser docente de algunas facultades como las de criminología y ciencias forenses, luego consultan sobre postgrados, cursos especializados, diplomados, y otros. Pero la base fundamental son los títulos posteriores al pregrado.

A inicios del presente año recibí la invitación de la Universidad Católica de Salta (UCASAL) de Argentina que tienen mucho prestigio en sur américa para las áreas de criminología y criminalística, luego de mi intervención en el congreso mundial de criminología como ponente y único centroamericano y del Caribe, previo a establecer el contacto pidieron referencias como docente a su aliado en Centroamérica el Instituto Nacional de Estudios Estratégicos en Seguridad de Guatemala (INEES) donde se forman los profesionales de la seguridad y del sector de justicia en nuestro hermano país, así como asociaciones de criminología del continente, hasta entonces establecieron contacto, inicié el proceso de selección, documentación, atestados, exámenes y sobre los escritos de ensayos académicos y libros publicados, luego de cinco meses he sido aceptado e iniciaré como docente en la facultad a partir de agosto del 2024, pero ya estoy en proceso de inducción, estudios, capacitación y formación propia de la UCASAL-

Lo mismo puedo manifestar de la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC) en la Facultad de Estudios de Maestrías y estudios de Postgrados en donde se nos exige desde hace varios años, la formación de maestría para poder aspirar a formar parte del plantel docente, estamos en procesos de formación continua y especializada. La UTEC estableció sus propios estándares de calidad hace muchos años, dignificando al plantel docente con un trato digno y respetuoso, con capacitación y supervisión del decanato y autoridades superiores, y con los pagos de sus horas clases para los docentes, no solo en una tarifa que supera la expuesta por la ley, sino que de manera puntual y rigurosa. Ingresar no es fácil, pero mantenerse es un reto y desafío por los mismos estándares de calidad internos y el cumplir la ley actual de educación superior y estar en armonía y coordinación con las autoridades del MINEDUCYT y de la Dirección Nacional de Educación Superior (DNES)

La propuesta de ley propone 3 % de salario mínimo para carreras de pregrado, y 10 % de salario mínimo para posgrado, con esta nueva modalidad pasan a pagar $10.9 en pregrado, $36 en posgrado, creo que eso dignifica y eleva la posibilidad de hacer mejores contrataciones y que también los docentes inviertan en su proceso de formación continua para que aspiren a mejores oportunidades. Además de los planes propios de cada universidad que deberán impulsarse.

Por lo anterior, la docencia universitaria superior debe aprovechar esta oportunidad para que puedan tomar la decisión de especializarse, hay que pagar un precio, debemos esforzarnos y hacer un sacrificio, si en cuarenta años ninguna administración y autoridades del MINEDUCYT quisieron ser disruptivos y ponerse a la altura de sistemas educativos de otras latitudes, ya estamos muy retrasados. hoy es el momento; las universidades no deben ser vistas más como una puerta de empleo a los desempleados, a los docentes que no logran salir adelante con sus ingresos en sus trabajos, la docencia trasciende estas expresiones, es una pasión por enseñar, y que los alumnos superen al maestro.