La humanidad está a la deriva y es presa de sus designios, opresor de sus caprichos, destructor de la naturaleza por la avaricia, transgresor de las leyes de Dios por su soberbia, violador de los principios éticos, por su absurdo pragmatismo moral, el cual define que no hay nada que sea siempre bueno o algo que sea siempre malo, es decir que enarbola la ambivalencia de las cosas y parte del hecho que lo que es bueno para una persona no necesariamente puede ser buena para otra, de modo que le ofrece libertinaje gratuito a las nuevas generaciones que no temen a nada, no respetan las reglas y no tienen límites.

Hemos llegado a los días, donde se protege con ahínco la vida de un animal por sobre la vida humana (aborto voluntario o consentido), donde los malos son los buenos y los buenos ahora son malos, es decir la generación de lo absurdo, donde ha satanás el demonio lo pintan como una figura buena, en la que los hombres hacen alarde de ello como el caso del Carnaval de Río de Janeiro, que se celebró el 18 de febrero de 2023, en la que exaltan a Satanás y se burlan del Señor Jesucristo, de este modo ridiculizan al cristianismo, ya que caracterizan erróneamente las enseñanzas de la Biblia.

Por ejemplo, tergiversaron ciertos versículos del libro de Genesis que hablan de la creación: introduciendo en el carnaval la siguiente blasfemia “En el principio era la Palabra. Y los verbos y la jerga estaban con la gente”, dice un post de Salgueiro. En el texto inventado, que no existe en la Biblia, la escuela de Samba en Brasil, exalta la fiesta de la lujuria, de las orgías, de los bacanales y de las desviaciones sexuales, propio de Sodoma y Gomorra, unos días después de estas blasfemias y las burlas públicas que se hicieron en contra del Señor Jesucristo, cayó un fuerte diluvio sobre São Paulo.

Las lluvias torrenciales provocaron inundaciones y deslaves, en las murieron alrededor de 50 personas, mientras que 800 familias perdieron sus viviendas y 1730 han sido desplazadas, esto fue lo que informó el gobierno del Estado de Sao Paulo. Creo que nadie debería de burlarse del mal ajeno ni de alegrarse de las desgracias de otros, como tampoco fue inteligente que en el carnaval de Brasil se burlaran del cristianismo. Gálatas 6:7-8 dice: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna”

De manera que la humanidad, puede continuar su diatriba en contra del Señor Jesucristo, como también puede jugar a ser Dios, y creer que lo es, pero esto no cambia en nada la realidad y la verdad, que los hombres continuamos siendo polvo, una creación, cuyo orgullo y arrogancia concluyen con la muerte, para que se cumpla la verdad bíblica, establecida en Genesis 3:19:“Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás” cuando la humanidad comprenda que es únicamente polvo, entonces entenderá que estamos de paso en la tierra.

La otra verdad ineludible, es que tarde o temprano, todos le daremos cuentas a Dios, de lo que hicimos cuando estuvimos en la tierra, a lo mejor algunas personas se creen autosuficientes, poderosos e intocables y que no le deben de dar cuentas a nadie de lo que hacen, por ello son tozudos y arrogantes, pero el libro de Hebreos 9:27 dice: “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” algunos se preguntaran ¿y cuál es el juicio?

Está en Apocalipsis 20:11-13 que dice: Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. “Ahora es el momento busca al Señor Jesucristo”