Durante el año 2019 se estimaron los suicidios en al menos 800,000 personas en el mundo; cada 40 segundos en promedio alguien toma la decisión de quitarse la vida, todo previo a la pandemia por el COVID-19. Algunas asociaciones y organizaciones, en particular la red mundial de Suicidólogos a la cual pertenezco y he sido representante país trabajamos a diario en la prevención del suicidio estimamos que en el año 2023 entre más de un millón de personas tomaron la decisión de quitarse la vida. Muy atrás y desactualizados se encuentran los datos de la OPS y OMS, que tienen datos fuera de contexto, y estos datos aunque son duros no aportan a la realidad actual en el mundo.

La atención psicológica y de la salud metal ha sido descuidada por la mayoria de países en el mundo, y no es de asombrarse que en países de ingresos bajos y medios los presupuestos para la salud mental y física sean insignificantes; el médico estadounidense Víctor Tseng enumeró las cuatro olas que hay que enfrentar antes, durante y posterior a la pandemia por COVID-19, según el especialista la denominada “cuarta ola” es de mayor crecimiento y duración en el tiempo, y es la que se refiere a la afectación en la salud mental y económica por diferentes pérdidas de vida y de ingresos. Otros autores, incluso la denominan como “quinta ola” que son efectos de forma tardía acumulativos de situaciones detonantes posterior al año 2021.

A nivel mundial destaca el incremento de consultas con profesionales de la salud mental en el segmento de jóvenes entre 15 y 29 años por trastornos de sueño, ansiedad, depresión, estrés, trastorno de alimentación, desesperanza, suspensión de proyectos de vida, pánico, ira, enojo, estrés postraumático entre los principales.

En El Salvador en la década anterior, una persona al menos decidió quitase la vida cada día en promedio en El Salvador; por ello es indispensable que pensemos con amor por el más cercano, que dejemos el egoísmo y el individualismo, para estar atentas y atentos al que necesite ayuda. En nuestro país somos los hombres los que mayoritariamente nos quitamos la vida, con menos intentos pero mayor efectividad. Pero sigue siendo el segmento de 12 a 35 años el grupo etéreo más afectado, es decir el segmento juventud y adolescencia. Con los casos recientes no se pasa de la crítica, el juzgar y condenar a la persona que decidió acabar con su sufrimiento y que no contó con una red de apoyo, si siquiera un adulto significativo. Pero a los minutos de consumen otros videos y noticias en redes sociales y multiplataformas.

Uno de los principales mitos en el mundo que estamos quebrando desde la Red Mundial de Suicidologia en El Salvador es que la prevención del suicidio es solo una responsabilidad de los profesionales de la salud mental, psicólogos y psiquiatras; en la prevención podemos y debemos apoyar todas y todos, ya que desde nuestros roles en la sociedad podemos contribuir en gran manera con la observación del más próximo, por supuesto primero en casa, la familia, la comunidad, el trabajo, en las iglesias, para iniciar un proceso de escucha activa, de atención sincera y genuina, que nos permitan acompañar a esa persona, y poder hacerle sentir que no esta sola o solo. Y referir a los profesionales de la salud mental. Todos tenemos talento, conocimiento y habilidades que podemos poner a disposición de la prevención del suicidio, siendo equipo, siendo cuerpo, dejando la indiferencia y la falta de amor por el más próximo.

En El Salvador los hombres, mujeres, adolescentes y jóvenes debemos de morir llenos de vida y con nuestros sueños cumplidos, debemos morir en la denominada “cuarta edad” El suicidio en mi opinión es la muerte más prevenible de todas. Si quieres sumarte a la Red de Suicidologia El Salvador puedes escribir a la dirección electrónica: info@ricardososa.net si necesitas ayuda profesional puedes comunicarte a los teléfonos de la red del sistema de salud del Ministerio de Salud (MINSAL) 131 en horario de 07:30 am a 3:30 pm, en horas y días no hábiles 132, y si eres asegurado del ISSS al 127, la red médica del MINSAL tiene la capacidad instalada, experiencia, sensibilidad y profesionalismo para atenderle de inmediato, busca ayuda y asistencia, o refiere a una persona que necesite la asistencia profesional y un amigo. Abraza la Vida.